El Ayuntamiento de Buñol, gobernado por el socialista Fernando Giraldós en coalición con una formación local independiente, sorprendió ayer a los profesionales de la información cuando anunció que para poder fotografiar o filmar la popular y conocida internacionalmente fiesta de
la Tomatina, que se celebra el 27 de agosto, deberán "firmar un contrato de cesión y explotación de imágenes" e "ingresar en la cuenta del Ayuntamiento 300 euros en concepto de ayuda para las Fiestas" por usar las dependencias municipales. La prohibición de filmar, en caso de no firmar el citado "contrato de cesión" emitido por la concejalía de Hacienda, Patrimonio, Contratación y Obras Públicas, y firmada por Eusebio Sáez, obliga también "a no trasmitir o ceder sus derechos y obligaciones a ningún tercero, ni comercializar con las imágenes grabadas", y extiende el contrato "a sus sucesores futuros de ambas partes".
La decisión -que rompe con la práctica por el que las instituciones deben facilitar la labor de información y difusión- provocó la indignación de los profesionales, máxime cuando el Ayuntamiento exhibe en su web una "galería de fotos de la Tomatina desde 1998" sin firmar.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 22 de agosto de 2003