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Martín-Oar murió de un 'shock' traumático, según la autopsia

Los datos coinciden con el informe del Ejército de EE UU, según Defensa

El capitán de navío español Manuel Martín-Oar, fallecido el pasado martes en Bagdad, murió de un shock hemorrágico postraumático provocado por la explosión de un camión bomba ante la sede de Naciones Unidas. Ésta es la conclusión del informe forense, en el que se confirma, además, que Martín-Oar murió la tarde del pasado martes, poco después de la explosión. Esta versión coincide, según resaltó ayer Defensa, con la ofrecida por EE UU.

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Los restos mortales del primer militar español fallecido en Irak fueron incinerados ayer en el tanatorio de Jerez de la Frontera (Cádiz). Allí llegaron procedentes de Rota, donde fueron trasladados después del funeral en su memoria que tuvo lugar en El Puerto de Santa María el jueves por la noche. Al proceso de cremación asistió un familiar del fallecido y fuentes del tanatorio jerezano eludieron pronunciarse sobre el destino final de las cenizas, una decisión que queda en manos de la familia del militar.

La autopsia fue realizada en la noche del jueves en la base militar de Rota. En ella se determina que la muerte se produjo 48 horas antes, esto es poco después de que se produjera la explosión en Bagdad. Todo ello coincide con el informe estadounidense, según se encargó de destacar ayer el Ministerio de Defensa a través de una nota. Allí se apuntaba que la muerte se produjo "a última hora de la tarde del martes", y adjuntaba un parte hospitalario en el que se detallaban las heridas que sufrió el militar español. En ese documento se aseguraba que la causa de la muerte se debió a "una hemorragia interna consecuencia de un trauma cranoencefálico en el parietal derecho".

Sobre su muerte habló ayer su viuda Emilia Ripoll, quien se mostró convencida de que su marido "no fue abandonado en ningún momento; desde el principio fue atendido y murió cuando dormía". Emilia Ripoll, quien afirmó estar "inmensamente orgullosa" de que Martín-Oar haya muerto como "él siempre había querido, en acto de servicio y ayudando a los demás", se refirió también a las críticas vertidas desde distintos partidos contra Defensa y el Gobierno. En este sentido, calificó de "absolutamente injustas" estas quejas y dijo que el Gobierno "no se merece las críticas que está recibiendo", al tiempo que agregó: "mi familia y yo no podemos tener más que palabras de agradecimiento al Ministerio de Defensa por el apoyo que nos ha mostrado y nos sigue dando en todo momento". Asimismo, indicó que su marido estaba "totalmente identificado con la postura del Gobierno en este conflicto".

En el mismo sentido habló también el hijo menor del fallecido, José Luis Martín-Oar, quien aseveró que para su padre "era un gran honor y estaba muy feliz pensando que podía ayudar a su país" como coordinador de la ayuda humanitaria.

La localización del cuerpo fue difícil porque "fue considerado como un civil", según señaló el diplomático Miguel Benzo. "No pudieron informarnos porque nadie le había hecho un reconocimiento", consideró Benzo en unas declaraciones a Onda Cero en las que reiteró que durante la noche del martes buscó incansablemente a "un herido", en alusión a Martín-Oar, porque en ese momento aún no conocía su muerte.

Benzo aseguró que desconoce el curso que siguen las investigaciones sobre la muerte del capitán pero, a su juicio, "las circunstancias son bastante claras: el capitán sobrevivió al atentado, fue evacuado, y falleció poco después".

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de agosto de 2003