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LA POSGUERRA DE IRAK

La ONU sólo enviará tropas a Irak si EE UU acepta compartir el control

Kofi Annan cree "muy difícil" que haya una nueva resolución si Washington no cede poder

Estados Unidos quiere que la ONU ayude en la estabilización de Irak. Para lograr esa ayuda, sin embargo, tendría que compartir el poder en Bagdad. El secretario general de la ONU, Kofi Annan, dijo ayer que le parecía "muy difícil" que el Consejo de Seguridad aprobara una nueva resolución si Washington insistiera en mantener, como hasta ahora, un dominio absoluto sobre el país ocupado. "Para compartir las cargas habría que compartir también las decisiones y la responsabilidad", dijo Annan, haciéndose eco de las posiciones de Gobiernos como los de Francia, Alemania, Rusia e India, entre otros.

La espiral de violencia en Irak, cristalizada el martes en un devastador atentado contra el hotel que alojaba a los delegados de la ONU, llevó a un cambio de posición en la Casa Blanca. Hasta ese momento, el presidente George W. Bush y su secretario de Estado, Colin Powell, sólo habían requerido de la ONU un reconocimiento formal del Gobierno provisional nombrado a dedo por los estadounidenses. La organización efectuó el reconocimiento, en una escueta resolución aprobada el viernes de la semana pasada. El miércoles, sin embargo, se hizo evidente que la situación iraquí evolucionaba a peor, y el Gobierno de Washington decidió que necesitaba más ayuda económica, militar y logística para evitar que el país se hundiera en el caos.

Los 11.000 soldados aportados por 30 países, entre ellos España, no eran más que un contingente auxiliar, de más valor simbólico que práctico, frente a los casi 140.000 efectivos estadounidenses y los 20.000 británicos. Hacían falta muchos miles más, y algún tipo de consenso internacional antes de la conferencia que reunirá en Madrid, dentro de un mes, a decenas de Gobiernos para hablar del coste económico de la reconstrucción y de cómo repartirlo entre el mayor número posible de países.

Powell se entrevistó el jueves en Nueva York con Kofi Annan y le expresó su interés en "internacionalizar" la situación, para obtener apoyo de países que, como Francia o Rusia, prefirieron mantenerse al margen de una guerra y una ocupación dirigidas unilateralmente por Washington. "Quizá una nueva resolución anime a otros", dijo Powell. El secretario de Estado, sin embargo, descartó que Estados Unidos fuera a compartir el poder: "Una fuerza militar necesita un liderazgo claro, y eso es lo que aportamos nosotros", explicó.

Nuevo embajador para Irak

Annan se mostró ayer escéptico. Tras una reunión con el ministro británico de Asuntos Exteriores, Jack Straw, enviado a Nueva York para sondear las posibilidades de una nueva resolución que implicara más a fondo a la ONU, Annan subrayó que sería difícil un acuerdo en el Consejo de Seguridad. "El Consejo podría decidir transformar la operación estableciendo una fuerza multinacional bajo mandato de la ONU, en la que participarían otros Gobiernos", comentó. Pero eso implicaría "no sólo compartir cargas, sino también las decisiones y la responsabilidad". "Si eso no se produjera, creo que sería muy difícil alcanzar una segunda resolución satisfactoria para todos", precisó.

Straw, junto a Annan, prefirió mostrarse más optimista. "Aunque las posiciones de partida puedan ser muy diferentes, es posible alcanzar el consenso", opinó. El ministro británico sugirió que su Gobierno, y sobre todo el de Bush, podrían reconsiderar el presente statu quo, y habló de posibles fórmulas mediante las que "se reforzaría el mandato de Naciones Unidas y el papel de la comunidad internacional". En la sede de la ONU existía ayer un ambiente positivo y un acuerdo de base: todos estaban a favor de la estabilización de Irak. Las dificultades, por otro lado, no se le escapaban a nadie. Países con derecho de veto, como Francia y Rusia, exigían un "poder compartido" en Bagdad; EE UU insinuaba la posibilidad de hacer concesiones, pero no parecía dispuesto a ceder el control de la ocupación militar.

Francia ha insistido en que una fuerza multinacional tendrá que contar con el mandato de la ONU y el ministro de Exteriores alemán, Joschka Fischer, recordó ayer que su país "no forma parte" de la coalición encargada de asegurar la estabilidad en Irak.

[Annan nombró anoche al mozambiqueño Ramiro Lopes da Silva, actual Coordinador Humanitario para Irak, para hacerse cargo de forma interina de las operaciones de la ONU en Irak, tras la muerte de Sergio Vieira de Mello, cuyo féretro emprendió anoche viaje a Río de Janeiro desde Ginebra, informa Reuters. El secretario general de la ONU confirmó que asistirá al funeral de Vieira de Mello en Brasil.]

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de agosto de 2003