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Al menos 16 muertos al estallar el tercer prototipo del cohete brasileño VLS-1

Brasil está de luto. El que iba a ser el primer cohete de fabricación propia lanzado en América Latina, en una base construida cerca de la línea del Ecuador, explotó ayer en el centro de lanzamiento de Alcántara en Maranhao, en el noroeste del país, causando la muerte de al menos 16 personas. Así lo confirmó anoche el ministro de Defensa, José Viegas Filho, al asegurar que todos los fallecidos, cuyos cuerpos aún no habían podido ser identificados, eran técnicos civiles del Centro de Tecnología de Aeronáutica.

El accidente suma el tercer fracaso del programa Vehículo Lanzador de Satélites (VLS-1) que consta de cuatro etapas, todas de combustible sólido y cuyo coste es de unos 65 millones de dólares. Este tercer prototipo iba ser lanzado al espacio el próximo lunes e iba a situar en órbita dos satélites no comerciales, con fines científicos.

Según explicó el ministro, la explosión, que se produjo a las 13.30 hora local (18.30 hora peninsular), se debió a una ignición, por causas que se desconocen, en uno de los cuatro motores del cuerpo principal del cohete, que produjo una gran explosión en la plataforma de lanzamiento.

Viegas admitió que la cifra de víctimas podría ser mayor y dijo que la identificación de las víctimas dependerá de un "recuento de personal", ya que los cuerpos quedaron destrozados por la gran explosión. Fuentes de la Secretaría de Seguridad del Estado de Maranhao, donde está situada la base de lanzamiento, aseguraron anoche a medios de prensa locales que el número de muertos es de al menos 19 y que una veintena de personas habían resultado heridas en el accidente.

El aeropuerto de Sao Luis quedó ayer cerrado al tráfico civil y sólo estaban autorizados a volar dos aviones de las Fuerzas Aéreas Aeronáuticas.

El primer VLS fue lanzado en 1997, pero quedó destruido a los 65 segundos del lanzamiento por problemas técnicos. Lo mismo ocurrió con el segundo, cuyo lanzamiento fracasó en 1999.

La Agencia Espacial Brasileña y la Fuerza Aérea pretendían lanzar el cohete desde Alcántara en medio de un cerrado hermetismo oficial, que incluyó un veto para el acceso de la prensa a la base desde hace varios días.

En el mismo momento en que se produjo el accidente de ayer el presidente de la Agencia Espacial Brasileña, Luiz Bevilacqua, se encontraba en una conferencia de prensa explicando los detalles de un acuerdo de asociación con Ucrania. Brasil y Ucrania negocian los últimos detalles de un convenio tecnológico y de cooperación, que permitirá a ese país, heredero de parte de la tecnología espacial de la antigua Unión Soviética, usar las instalaciones de Alcántara para sus lanzamientos.

El director de la Agencia Espacial Ucrania, Valeriy Komarov, que estaba presente en la rueda de prensa de Bevilacqua, sostuvo que el accidente de ayer "no impedirá que la sociedad con Brasil continúe".

El programa de lanzadores pretende dar independencia a Brasil para poner en órbita los satélites que necesita e introducirse en el mercado de lanzadores.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 23 de agosto de 2003