El conseller en cap, Artur Mas, volvió ayer a la carga para debilitar la candidatura de su oponente socialista a presidir la Generalitat, Pasqual Maragall. Mas dijo: "Yo simplemente advierto a la gente que se pueda plantear votar a ERC muy legítimamente que finalmente el voto a ERC podría servir para que en Cataluña hubiera un presidente de una formación, en este caso los socialistas, que depende de otra formación política a nivel español".
A juicio de Mas, el candidato de CiU a la presidencia de la Generalitat, esta situación sería "una paradoja" porque "en principio, una persona que vota a ERC lo que quiere es un Gobierno nacionalista en Cataluña". En declaraciones a Catalunya Ràdio, Mas añadió que durante la campaña electoral a las elecciones catalanas el presidente de la Generalitat, Jordi Pujol, desempeñará un papel importante pero que el mensaje será el del relevo generacional.
Desde el PSC se piensa todo lo contrario. Su presidente, Pasqual Maragall, destacó el pasado viernes que un pacto poselectoral entre CiU y ERC, partido este último que dirige Josep Lluís Carod Rovira, sería nefasto para el futuro de Cataluña.
El secretario general de ERC, Josep Lluís Carod Rovira, respondió a Mas que su partido doblará los resultados "en número de votos y escaños" en las próximas elecciones autonómicas. Según Carod, "eso es lo que provoca tantos nervios al señor Mas y al señor Maragall", ya que hasta ahora eran CiU y el PSC las fuerzas políticas decisivas, "y eso se ha acabado".
Mas volvió a descartar un pacto con el PP tras las elecciones catalanas si la condición a la que deberían renunciar los nacionalistas es la reforma del Estatuto de Cataluña y señaló: "Si en eso (la reforma del Estatuto), que para nosotros es un objetivo fundamental, el PP no está de acuerdo, como ciertamente no está de acuerdo, ya que lo dice continuamente", los nacionalistas catalanes descartarán el pacto con los populares. En cuanto al resultado de las elecciones, Mas aseguró que CiU es la única fuerza política que puede "garantizar" un Gobierno "estrictamente nacionalista", ya que ERC "nunca ha querido hablar sobre a quién dará apoyo.
Por otra parte, el candidato de CiU se reunirá con el presidente catalán, Jordi Pujol, y "probablemente" entonces tendrán "una idea más definida" sobre la fecha de las próximas elecciones catalanas. La fecha más probable para éstas podría ser el 16 de noviembre, según diversos medios políticos. El líder del PSC, Pasqual Maragall, cree que la fecha será el 9 o el 16 de noviembre, para aprovechar el desgaste de los comicios madrileños, que probablemente se harán en octubre, y para que haya una alta abstención.
Artur Mas dijo que la fecha de las elecciones catalanas es "una decisión del presidente Jordi Pujol". No obstante reiteró que en ningún caso coincidarán con los comicios de octubre previstos en la Comunidad de Madrid porque su deseo es que los catalanes "piensen y voten en términos catalanes".
Una opinión diferente manifestó el presidente del PSC, Pasqual Maragall, que considera que la estrategia de CiU se basa en que no haya una elevada participación. "CiU considera que la abstención es su aliada", señaló el líder del PSC.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de agosto de 2003