El parque temático pionero en España, Port Aventura, también se encuentra sumido en la senda de las pérdidas. Universal Mediterránea, la empresa propietaria de este establecimiento, registró unas pérdidas de 4,8 millones de euros el pasado año, frente a los 4,6 del ejercicio precedente.
El resultado del parque ha resultado satisfactorio para la empresa, que señala que el año pasado se inauguraron dos hoteles de cuatro estrellas y un nuevo parque acuático, lo que ha entrañado unos costes financieros que han distorsionado los resultados. En los últimos cuatro años, Universal Mediterránea ha invertido 200 millones de euros en la transformación del parque en un complejo inmobiliario y de ocio.
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"Port Aventura es un parque situado en una zona privilegiada no sólo en cuanto al turismo nacional que recibe, sino también por contar con un turismo extranjero de calidad", comenta un analista. "Unas pérdidas de 4,8 millones de euros constituyen un resultado decente frente a otros parques temáticos", comenta otro experto, que advierte que "ha abierto una nueva vía de ingresos, el negocio inmobiliario, que se beneficiará de la afluencia al parque".
El accionariado de la empresa propietaria de Port Aventura tiene cuatro accionistas. La Caixa dispone del 40% de los títulos; Studios Recreation Group cuenta con el 37%; Anheuser Busch, con el 16%, y la concesionaria de autopistas catalanas Acesa, con el 7%.
Para la transformación del parque en el resorte en que se está convirtiendo, el número de trabajadores ha tenido que incrementarse desde los 2.156 hasta los 2.641.
Las pérdidas de Port Aventura se producen en un contexto de fuerte incremento de los visitantes al parque. El pasado año, el público aumentó el 12,5%, hasta superar los tres millones de visitantes. La facturación, asimismo, creció el 20%. El Ebitda (beneficio antes de impuestos, amortizaciones, gastos financieros y dotación al fondo de reversión) registró un crecimiento del 18,8% en el ejercicio pasado.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 24 de agosto de 2003