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Reportaje:AUTOMOVILISMO | Un día mítico en el deporte español

"Se lo había prometido a mi abuela"

Alonso define como "fácil" su triunfo y anuncia que luchará por el título mundial en 2004

"Demasiadas cosas en un día". Fernando Alonso desprendía una mezcla de felicidad y cansancio al presentarse en la conferencia de prensa posterior a su victoria en el circuito de Hungaroring. El piloto asturiano repasó una jornada que ni él, ni el deporte español, olvidarán nunca: "El fin de semana ha sido fantástico, es un sueño hecho realidad".

"Pasar a Schumacher es bueno, pero tampoco hay que considerarlo algo muy especial"

Un día muy largo para Alonso. Por la mañana, el asturiano asistió a un acto de homenaje a su antigua escudería, Minardi, por su carrera número 300 en la competición oficial. Pasadas las 10.30 de la mañana, comió un plato de pasta con tomate, acompañados de agua, como hace siempre antes de las carreras. A las 11.15, la tradicional parada de pilotos, que, subidos en un camión, dan una vuelta al circuito saludando al público. Luego se fue a echar una cabezada. Nada nuevo, que esa es su costumbre y ni la responsabilidad de ocupar la primera plaza de la parrilla de salida le hizo cambiar. A las 14.00, se dio la salida oficial del Gran Premio de Hungría. Una hora, 39 minutos, un segundo y 460 milésimas más tarde, Fernando Alonso se convirtió en el piloto más joven de la historia en ganar un Gran Premio de fórmula 1.

El piloto español ha cumplido su promesa. Tras lograr la pole position en Malasia, Alonso se convirtió, sucesivamente, en el piloto más joven en subirse al podio, en liderar una carrera y en dar la vuelta rápida. Ayer, tras superar al neozelandés Bruce McLaren como el ganador de un Gran Premio de menor edad, esperaba que el de Hungría no fuera el último: "Tengo 22 años, mi primera victoria en el bolsillo y espero tener una larga trayectoria con muchas más".

Una de las claves de la vitoria fue, para el piloto asturiano, la salida, y la primera curva: "He tenido una carrera relativamente fácil después del primer giro. Yo pisé muy fuerte en la primera curva y cogí una gran ventaja, después, la carrera fue mucho más lenta". En la vuelta 61, Alonso dobló al bólido rojo del alemán Schumacher. El piloto de Renault no es ajeno al simbolismo del gesto: "Ha sido una sensación especial, pasar a Schumacher es bueno porque significa que vas bien en la carrera, pero tampoco hay que considerarlo algo muy espacial". Las últimas vueltas se hicieron interminables para Alonso, quien explicaba las sensaciones que vivió sabiéndose el virtual ganador: "Durante las últimas vueltas iba tenso, porque veía que ganaba, pero el final ha sido estupendo".

Flavio Briatore, el hombre que apostó fuerte por llevarse a Fernando Alonso a Renault, fue el primero en felicitar al joven piloto al bajar de su monoplaza. El eufórico director de equipo abrazó y besó en repetidas ocasiones a su piloto, y movido por la euforia, quiso apuntar a objetivos mayores: "Todo ha sido histórico, pero lo que quiero es que el equipo gane el Mundial". Para Adrián Campos, ex piloto y representante de Alonso, la clave estuvo en la salida: "Ha sido impresionante, ha dicho 'adiós' en la salida y ni ha mirado por los espejitos". La nota de cautela la puso José Luis, el padre del ganador: "Está muy bien esta victoria, pero habrá que seguir trabajando, porque habrá otros circuitos menos propicios". Pasadas las cinco de la tarde, el rey Don Juan Carlos llamó personalmente a Alonso para felicitarle. El presidente del Principado de Asturias, Vicente Álvarez Areces, intentó también ponerse en contacto con su paisano, aunque sin éxito. "Es un orgullo para Asturias", declaró Areces, que siguió la carrera por televisión. Sin embargo, la dedicatoria más especial de Fernando fue para su abuela materna, Luisa: "Le había prometido que ganaría esta carrera y estoy muy contento, porque así ha sido". Su madre, Ana, y su hermana, Lorena, nopudieron acompañarle en Hungría.

Tras la conferencia de prensa oficial, el joven piloto atendió a los medios españoles, a los que declaró que, horas después de la victoria, lo tenía "un pelín más asimilado". Alonso estuvo muy agradecido a los mecánicos de Renault. Antes de la carrera, le habían colocado, con cinta aislante negra, un bigote y una perilla sobre una gran foto suya en los boxes. Una broma que, según el asturiano, le había traído suerte: "Parece que me ha dado suerte, pero espero que no lo repitan en cada carrera, porque no me veo bien". Anécdotas aparte, reconoció el trabajo de su equipo: "Todo el equipo ha estado sensacional durante el fin de semana. El año que viene espero tener más opciones en el Mundial".

Cuando faltan sólo tres grandes premios para el fin del campeonato, Monza (Italia), Indianápolis (Estados Unidos) y Suzuka (Japón), Alonso se ve con pocas posibilidades de cara a la clasificación general de pilotos, aunque confesó que el circuito que mejor le puede venir para sus características es "el de Suzuka (Japón)". Para el asalto definitivo al Campeonato del Mundo, el piloto español se remite a la temporada próxima: "Ahí quizá podamos luchar por el título", concluyó antes de irse a toda prisa hacia Polonia, donde le espera un acto promocional.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de agosto de 2003