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"Nos faltó ímpetu y calidad para callar los 'olés'"

Cambiasso y Beckham, Makelele y Cambiasso, Guti y Makelele, solos y en pareja, en pareja y solos. Los medios centros del Madrid bailaron al ritmo de los cambios que fue imponiendo el técnico, Carlos Queiroz, a lo largo del partido de ayer. El puesto, importante de por sí, se ha convertido en la clave del funcionamiento del equipo esta temporada. Los candidatos a cubrirlo han sido los más baqueteados de la plantilla. Beckham porque se está adaptando al juego y a la cultura, al país y a sus nuevos colegas; Guti porque amenazó con buscarse equipo tras el fichaje del inglés, y pasó de titular a suplente; Makelele porque se rebeló contra el desequilibrio salarial entre galácticos y obreros, y pretendió un traspaso forzado al Chelsea; y Cambiasso porque a principios de la pretemporada en el club le dijeron que se buscara un equipo. Era un descarte.

Ninguno de los medios centros de la plantilla -Flavio lo fue, hasta que fue transferido al Borussia, a comienzos de agosto- ha vivido tranquilo en las últimas semanas. Esa dispersión parece que se refleja en el juego y en las decisiones del técnico mozambiqueño, que desde que entrena al equipo no ha parado de hacer experimentos en el medio centro, a veces forzado por situaciones accidentales, como la rebeldía de Makelele.

Tras el partido, Queiroz explicó que cambió a Beckham porque no tenía un central de garantías que sustituyera a Pavón, que sufría gastroenteritis, y decidió meter a Makelele que cierra muy bien entre los defensas: "Hice el cambio de Makelele por Beckham en un momento crítico, después del gol del Mallorca, porque pensaba que el equipo necesitaba experiencia y calidad para compensar lo que había en el campo [tras la entrada de Bravo como central, por Pavón]".

"La fuerza del Madrid, que es la calidad individual, ha fallado", agregó el técnico madridista. "Eso ha hecho que tengamos menos oportunidades de las habituales. Confío en que a la vuelta resolvamos por calidad".

Queiroz prosiguió su lamento: "No estoy nada contento con la última fase del partido, cuando la gente ha empezado a cantar olés. No me ha gustado que el Madrid no tuviera el ímpetu para frenar una situación así".

La afición que ayer llenó Son Moix hasta los topes fue de lo más variopinta y heterogénea. Un mosaico poco habitual en Palma cuando se disputan partidos corrientes y molientes. Unos mil quinientos seguidores ingleses, apurando sus vacaciones en la isla, no dejaron escapar la ocasión de presenciar el debut español de Beckhan en competición oficial. 200 de ellos se ubicaron en el fondo norte con la bandera inglesa. El ex jugador del PSV, Bruggink, nuevo fichaje del Mallorca y goleador anoche, también tuvo su particular coro de holandeses.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de agosto de 2003