A los que estén pensando venir a vivir a Majadahonda, tengo que sugerirles que mediten su decisión. Sepan ustedes que este pueblo es fuero de los moteros de escape libre. Cruzan el pueblo a toda velocidad, sin casco a veces, con pasajeros en motos en las que está prohibido, e indefectiblemente produciendo un ruido infernal. A la Policía Municipal le parece estupendo, se cruzan con ellos o les ven pasar y miran a otro lado. Lo he visto mil veces.
La prueba es que conducir una moto sin tubo de escape es una infracción permanente, no es como saltarse un semáforo. Si uno conduce haciendo ese ruido le pueden pillar en cualquier momento, y si aún así lo hacen es porque saben que la policía pasa del tema. Vengan a Majadahonda y compruébenlo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de agosto de 2003