El señor Aznar dice que hay que estar "a la altura de las circunstancias". Pero en las actuales circunstancias a las que tanto él ha contribuido no puede hablarse de altura sino de todo lo contrario: bajeza subterránea. Más bajo no se puede llegar. Y el señor presidente quiere que estemos ahí abajo con él, pues tal vez empieza a sentirse solo, buceando en el fondo de un pozo sin fondo. Pues no, no vamos a bajar ahí abajo con usted, señor presidente.
Estamos intentando mantener la barbilla por encima de la línea de flotación, por favor deje de agitar el agua.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 25 de agosto de 2003