La economía española ocupa el décimo puesto en inversión directa en el extranjero, según un informe elaborado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo. El total de inversión española directa en el extranjero, que consiste en implantar o tomar una participación activa en una firma, alcanzó los 216.000 millones de dólares el año pasado, frente a los 16.000 millones que registró en 1990.
A nivel mundial, los países emergentes reciben la tercera parte de las inversiones, y las economías preferidas son China y Brasil. Entre 2000 y 2002 el incremento de la inversión en países emergentes ha caído por debajo del 2%, con la notoria excepción de Europa central, que se mantiene por encima del 20%.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 26 de agosto de 2003