En Osasuna pocas cosas han cambiado. Sus virtudes parecen perennes; sus defectos, también. Pueden irse jugadores; pocos, por cierto. Pueden llegar nuevos; lo mismo. El resultado apenas varía. El equipo navarro hace buen fútbol, a la vista de lo que se observa en la mayoría de los campos de Primera; tiene un grupo comprometido, un entrenador en el que se confía, una afición incondicional... Pero siempre busca un goleador. Ya sólo le falta pagar un anuncio clasificado en la prensa especializada.
MÁS INFORMACIÓN
Javier Aguirre ha mexicanizado un poco más al equipo este año. En el verano se ha llevado consigo a toda la plantilla hasta Pachuca, la tierra donde se extendió su fama de buen entrenador -llevó a aquel equipo al título liguero-. Allí, a más de 2.000 metros de altitud, ha tratado de fortalecer el fondo físico, un detalle importante siempre en Osasuna. Y de ahí se ha traído a su nuevo ayudante, Ignacio Ambriz.
A pocos jugadores no reconocerá la afición rojilla de la pasada temporada. Sólo el brasileño Pinheiro, cedido por el Verona, y Unai Expósito, un joven de la cantera del Athletic, se han unido a la plantilla. Y, ya de pleno derecho, Valdo, que el año pasado llegó cedido y ya es propiedad de Osasuna. Si entonces revolucionó al equipo con su llegada, ahora no se espera menos de él.
Osasuna tiene pocas cosas que corregir. Su defensa es firme. Además, se ha mantenido el bloque, una vez que Sanzol ya se ha consolidado en la portería y que Cruchaga, el referente en el centro, sigue en Pamplona tras frustrarse su traspaso a la Real Sociedad. El centro del campo está compensado. Pero normalmente falla el remate. Aloisi y Morales tienen un papel difícil. Falló el club en su intento de fichar al argentino Figueroa. Después de semanas esperando una confirmación, el delantero prefirió la Liga inglesa, el Birmingham City. Si no llega alguien más, el refuerzo que ha pedido Aguirre, Osasuna deberá seguir como siempre, apelando a la casta y a la aritmética más que a la calidad: cuantas más veces se acerque el balón a la portería contraria, más probabilidades de marcar.
Osasuna, pese a todo, nunca ha perdido el norte. Mantiene su compromiso con la cantera y todavía tiene uno de los mejores viveros de la Liga.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de agosto de 2003