"Basta ya. Si somos duros, que baje Dios y lo vea. ¡Dicen que somos un equipo partisano!". Ramón Rodríguez, Monchi, director deportivo del Sevilla, explotaba así en febrero pasado tras un encuentro ante el Athletic en San Mamés. El ex portero se quejaba al ser acusados siempre de duros, de agresivos. Esto es, de partisanos -"guerrillero, miembro de un grupo armado de gente civil", dice el diccionario-. Para enterrar esa fama y para alcanzar el sueño de jugar en Europa, el Sevilla se agarra al segundo futbolista más joven de su plantilla, tras el canterano Navas, y a la vez al de más calidad. Todas las esperanzas recaen en José Antonio Reyes Calderón, un jovencito y habilidoso delantero que el día después de abrir la Liga en el Sánchez Pizjuán contra el Atlético de Madrid cumplirá 20 años. Reyes, nacido en Utrera, al sureste de Sevilla, acaba de estrenar convocatoria con la selección española de Iñaki Sáez. A su puerta han llamado el Valencia y el Arsenal. El Sevilla, no obstante, le tiene bien atado, aunque no descarta su venta. Desde su debut en la Primera División en La Romareda, en enero de 2000 con Marcos Alonso en el banquillo, la directiva sevillista comprobó que tenía un diamante en su plantilla y, a sus 17 años, subió su cláusula de rescisión hasta los 30 millones de euros. En la temporada pasada, el club renovó su contrato hasta 2010 y subió la cláusula a 100 millones. "Todos los jugadores tienen su precio. Hemos tenido ofertas por Reyes, pero vale más que lo que nos daban. De momento, no se vende", afirma el presidente, José María del Nido.
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El delantero ha sido todo un líder en el campo. En la temporada pasada fue el máximo goleador (14 tantos) y asistente (5 pases de gol) de su equipo. También, curiosamente, el jugador que más tarjetas vio (14 amarillas y una roja) en un equipo con fama de duro y con una defensa expeditiva.
Reyes ingresó en la cantera sevillista cuando era alevín. Con 14 años, fue campeón de Europa en Múnich de la Copa Nike y no debutó antes en Primera porque las normas federativas no permiten hacerlo con menos de 16 años. Desde los cadetes saltó al Sevilla B, sin pasar por los juveniles, y en Tercera sumó, junto a Antoñito, más de 50 goles.
Para acompañar a Reyes, el Sevilla ha tirado de talonario: 10 millones de euros por el portero Esteban (Oviedo), el central Aitor Ocio (Athletic), los medios Martí, Antonio López y Baptista y dos delanteros uruguayos, el ex malaguista Darío Silva, de 30 años de edad, y Germán Andrés Hornos, de 21.
Pese a todo, Reyes seguirá siendo la referencia para un Sevilla que, tras dos temporadas de consolidación en Primera, ya no se conforma con la mitad de la tabla. El objetivo es Europa. El equipo soñó el año pasado con llegar a la Copa de la UEFA, pero acabó el décimo. Ahora, liderado de nuevo por la calidad de Reyes y Gallardo, y protegido por su defensa partisana, no quiere perder más el tiempo.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de agosto de 2003