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Reportaje:CELTA

La revolución continúa

Lotina perfecciona su vuelco conservador en su segunda temporada en el equipo vigués

En sólo una temporada, Miguel Ángel Lotina ha transformado el estilismo del Celta en el paradigma de lo rocoso. Pero su revolución no ha terminado: en su segundo año en Vigo, abundan todavía las grietas que el entrenador observa en su criatura y se dispone a perfeccionar. Sin más caras nuevas que la del delantero Milosevic, fichado del Parma, el Celta insistirá este nuevo curso en su propuesta de fútbol proteccionista y de balones largos, el mismo que le sirvió el pasado junio para igualar con el cuarto puesto la mejor clasificación de su historia.

El fichaje de Milosevic resume la nueva fisonomía de un bloque correoso

Esta vez no habrá sorpresas. Tras el paso por una ronda previa de la Liga de Campeones que habrá de condicionar la temporada, ahora todo el mundo sabe qué puede esperar del equipo: siempre desplegado cerca de su área, el Celta aspira a convertirse en el clásico grupo al que cuesta un mundo hacerle un gol. Sólo el Valencia encajó menos tantos que el club de Balaídos el curso pasado. Como contrapartida, del brillo de otros tiempos sólo quedan destellos esporádicos, como los que resplandecieron en el tramo final del último curso frente al Deportivo o la Real Sociedad.

El fichaje de Milosevic resume la nueva fisonomía del correoso Celta. Así alumbrado, era fundamental para el grupo contar con un delantero capaz de recibir de espaldas a la portería contraria la marea de balones telegrafiados por los centrales. Catanha, con su limitada técnica, no servía para esperar la llegada de los lejanos centrocampistas, a pesar de exhibir una combatividad muy del agrado del técnico. Por eso el objetivo era Milosevic, y por eso con su cesión ha dado el Celta prácticamente por cerrado el capítulo de inversiones.

Otro dato que ilustra el fútbol de Lotina es la vacante en el costado derecho. Con cuatro defensas en línea y tres centrocampistas defensivos, el Celta construye su ataque con un ariete y dos volantes cerrados; un dibujo que se ha llevado por delante a los extremos, aunque prodiguen el desborde y los finos centros de Gustavo López en la banda izquierda. El otro lado del campo sigue sin especialistas desde Karpin, ni el club ha realizado más que tímidos intentos por contratarlos.

Además de la de Milosevic, las caras nuevas de la temporada serán las de dos cedidos que regresan. Uno de ellos, el central chileno Contreras, después de completar un buen curso con el Sporting de Lisboa. El otro, el asturiano Jandro -un fino centrocampista que contribuyó de forma notable al ascenso del Albacete-, reaparece por Balaídos dispuesto a tomar el relevo del veterano Mostovoi, que ha renovado por un año que puede ser el de su despedida.

Por la misma puerta por la que han entrado Milosevic, Contreras y Jandro, pocos jugadores han salido. No es el Celta una excepción al stock de futbolistas contratados en tiempos de vacas gordas, que desangran con golosas fichas las economías de los clubes. De la larga lista de transferibles, sólo se irán el sudafricano Benni McCarthy, que ha puesto fin a su tortuosa relación con el Celta, y Doriva, que jugará en el Middlesbrough. Hubiese deseado el club sanear su economía con algún traspaso sabroso, pero las ofertas por jugadores como Sylvinho, Juanfran o Cavallero no llegaron a cuajar.

Como encajado a la medida en la política de austeridad del consejo de administración, seguirá un año más el entrenador del Celta tejiendo su entramado defensivo. Defender los saques de esquina, tapar las bandas y escalonar centrales son algunas de las obsesiones de un tipo con fama de perfeccionista, que prefiere dejar los asuntos ofensivos a la inspiración de sus delanteros. Con esa receta prometió un título el año pasado, para concluir que el cuarto puesto era para el equipo vigués un auténtico trofeo. Esta temporada se ha propuesto brindar "algo que se pueda tocar". Conseguir algo tangible será una tarea crucial, porque el vuelco pragmático que Lotina le ha dado al Celta sufre dependencia física de los resultados.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de agosto de 2003