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Reportaje:ATHLETIC

Elogio y virtud de la cantera

Valverde debuta en Primera como entrenador sin fichajes y con la vista puesta en Lezama

El péndulo entre fichajes y cantera se ha inclinado en el Athletic por la segunda opción. La austeridad económica que aqueja también al club bilbaíno -acumula déficits económicos año tras año, aunque con cifras aún no peligrosas- ha dinamizado un debate que había metido al club en un callejón sin salida. Durante años, la singularidad del club, su filosofía, se había convertido en un problema cuando históricamente había constituido su principal arma. Cómo competir con equipos galácticos, de estrellas o, simplemente, cosidos con futbolistas de todo el mundo...

Las bajas de Alkiza, Urrutia, Carlos García, Larrainzar y Ocio sólo se han compensado con tres jóvenes del segundo equipo

El mercado se ha puesto imposible para el Athletic: no hay jugadores vascos que adquirir de otros clubes o son inalcanzables económicamente porque las arcas de la entidad han adelgazado considerablemente; todo lo fichable y lo no fichable ya se adquirió en el final del decenio de los 90... Ahora toca mirar a la cantera, recuperar el orgullo de vestir la camiseta, un plus que históricamente le ha concedido puntos y algunos títulos.

La primera señal de ese retorno a la cantera llegó con la contratación de Ernesto Valverde como entrenador en sustitución de Jupp Heynckes. Ex jugador del Espanyol, el Barcelona, el Athletic y el Mallorca, Valverde ha trabajado con la cantera rojiblanca desde que dejó el fútbol activo y ha sido la mano derecha de Andoni Zubizarreta en su primer año como director deportivo del club rojiblanco. El Athletic tanteó el mercado europeo de entrenadores -principalmente, el francés- en busca de expertos en el trabajo de grupo; en busca, en definitiva, de un Denoueix que hiciera en él lo que éste ha hecho en la Real Sociedad. Pero el elegido ha sido Valverde, debutante en la Primera División y casi en el mundo de los entrenadores tras su paso por el equipo filial, el Bilbao Athletic, la pasada temporada.

Sin fichajes y sin dinero, la apuesta por la cantera en los próximos años va a ser obligatoria. Valverde ha vivido la progresión desde la edad cadete de muchos de los llamados a vestir la camiseta rojiblanca en un futuro próximo. Además, una generación importante ha abandonado el club por distintos motivos: Urrutia, el gran jefe, por edad y por su lesión de rodilla, Alkiza, el alma del equipo, porque ha preferido retornar a la Real, un hecho que supone algo más que un golpe de efecto sentimental, Carlos García y Larrainzar, también por encima de la treintena, descartados por el club tras concluir sus respectivos contratos. Otro caso más extraño ha sido el de Aitor Ocio, un central que, junto a Luis Prieto, fue la revelación de la segunda mitad de la temporada y a quien el club no ha renovado tras retirarle la oferta inicial.

A cambio, Valverde ha incluido en la pretemporada a tres jóvenes del Bilbao Athletic, Iraola, Bordas y Jonan García, sobre quienes deberá pronunciarse en breve. A priori, Iraola, un joven que se mueve en cualquier demarcación de la banda derecha, parece el destinado a incluirse en la primera plantilla. Endika Bordas, centrocampista, y Jonan García, medio punta, podrían regresar al segundo equipo. El Athletic mantiene, pues, el mismo potencial ofensivo de la pasada temporada (Etxeberria, Ezquerro, Urzaiz), una tripleta sobre la que ha descansado el equipo para suplir sus problemas defensivos. Yeste y Guerrero vuelven a ser dos nombres propios. A Fran Yeste le corresponde, por calidad, manejar un equipo que necesita de su tacto para compensar su exceso de músculo.

De Julen Guerrero no se tienen noticias desde hace tiempo. Ninguneado por los últimos entrenadores del Athletic, tiene probablemente una de sus últimas oportunidades con Valverde. Falto de la llegada que le caracterizó, puede reconvertirse en un medio centro que aproveche su indudable capacidad para ver y distribuir el juego. A falta de fichajes, Guerrero podría ser el futbolista resucitado, el nuevo talismán de un club que ha pedido ayuda a sus jugadores, el 15% de sus fichas, para rebajar su déficit.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de agosto de 2003