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La Xunta sostiene que las playas están "esplendorosas"

Santiago de Compostela

"Galicia está en este momento, después de un gran trabajo, esplendorosa, esplendorosa, aunque sé que hay a quien le gustaría que apareciese esa serpiente negra por debajo del mar, por debajo de la arena...". Así de concluyente se mostró ayer el conselleiro de la Presidencia de la Xunta de Galicia, Xaime Pita, al describir la actual situación en la costa gallega. Nueve meses después de la catástrofe del Prestige todavía hay numerosas zonas de acantilados y rocas manchadas por el chapapote a lo largo de la costa gallega.

El fuel sigue llegando diariamente a muchas playas del mar Cantábrico en las que los bañistas ya se han acostumbrado a convivir con las manchas de chapapote en sus pies. Durante los meses de julio y agosto se han recogido unas 3.000 toneladas de residuos en las playas del norte de España y la cifra total desde que se produjo el naufragio ronda las 79.000 toneladas.

El conselleiro, que intervenía en la reunión de la Diputación Permanente del Parlamento gallego, volvió a mostrar su habitual tono de dureza hacia los grupos de la oposición en la Cámara gallega e incluso llegó a retar a los diputados del PSdeG-PSOE y del BNG a que se vistan de buceadores y "saquen de verdad el chapapote". Pita destacó también que la marea negra no ha tenido una incidencia importante en el turismo.

El debate sobre la mayor catástrofe ecológica de la historia de Galicia se celebró un día después de que el vicepresidente primero del Gobierno, Mariano Rajoy, reconociese que el Prestige pudo verter 24.000 toneladas más de las contabilizadas.

Frente a la visión optimista de la Xunta y del Gobierno central, los representantes de la oposición gallega insisten en que esta actitud no es más que un intento del Gobierno de Fraga para "decretar la normalidad", en palabras del diputado del BNG Alfredo Suárez Canal. "Fraga ya empezó a decir hace tiempo que en el Prestigequedaba poco fuel y no nos extrañaría que en el futuro se nos diga que lo que queda no puede hacer mucho daño y por tanto no se extraiga de los restos del barco", advirtió el portavoz nacionalista.

De la misma opinión, el presidente del grupo parlamentario del PSdeG-PSOE, Ismael Rego, advirtió, por su parte, de que la Xunta y el Gobierno tienen como único objetivo negar la magnitud de la catástrofe "para no tener que afrontar las inversiones necesarias para reparar los daños".

Rego también puso en duda que el turismo en Galicia no se haya visto afectado y apuntó que en julio la ocupación hotelera en la región no superó el 40%.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de agosto de 2003