John Scarlett, de 55 años, que declaró ayer ante la comisión del juez Brian Hutton, fue el responsable de la comisión que redactó el controvertido informe sobre el arsenal iraquí hecho público por el Gobierno de Tony Blair el pasado septiembre. La inclusión en el documento de ciertos datos, entre otros el hecho de que Sadam Husein pudiera lanzar un ataque con armas biológicas en 45 minutos, levantó la polémica.
En la actualidad, Scarlett dirige el Comité Conjunto de Inteligencia (JIC) que asesora al Gabinete del primer ministro sobre temas de espionaje. Al contrario del ministro de Defensa, Geoff Hoon, y el primer ministro, Tony Blair, que declararan ante la comisión de investigación hoy y mañana, Scarlett no suele aparecer en los focos de la actualidad, ya que ha dedicado la mayor parte de su vida a intentar pasar desapercibido como agente del MI6, los servicios secretos británicos.
Su carrera de espía empezó en 1971 y le llevó, entre otros destinos, a Nairobi, la capital de Kenia, París y Moscú, donde pudo ejercer su perfecto dominio del ruso. En plena guerra fría, organizó la fuga de Oleg Gordievsky, el agente de su Majestad infiltrado en el KGB, los servicios secretos de la antigua Unión Soviética, cuando estaba a punto de ser descubierto. Tras 30 años de servicios como espía, llegó a ser uno de los cinco directores del MI6.
En septiembre de 2001, al retirarse de los servicios secretos, le nombraron a la cabeza del JIC, apenas una semana antes de los atentados terroristas de Nueva York y Washington. En esta época aparecieron las primeras fotografías públicas conocidas de Scarlett. Hasta entonces, se desconocía su rostro y nunca había sido nombrado en público.
En el desempeño de su función, el jefe del JIC debe presentar un informe semanal al primer ministro y asesorar a su Gabinete sobre todo lo relacionado con los servicios secretos. Actúa de puente entre las diversas agencias -MI6, MI5 y GCHQ- y el Gobierno, proporcionando un análisis político de la información encontrada por los expertos. Alastair Campbell, el jefe de de Comunicación de Tony Blair, lo describe como un amigo.
La educación de Scarlett pasó por las instituciones más prestigiosas del Reino Unido. Tras pasar sus años de escolaridad en el Epsom College, obtuvo una licenciatura en historia en el Magdalen College de Oxford. El antiguo espía está casado y tiene tres hijas y un hijo. Entre los centros de intereses reconocidos de tan discreta figura aparecen las iglesias medievales, la historia en general y la familia.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de agosto de 2003