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EE UU condena a 30 años de cárcel al narcotraficante Fabio Ochoa

Fabio Ochoa, uno de los jefes del difunto Cartel de Medellín, fue sentenciado ayer en Miami a 30 años de prisión por haber regresado al narcotrafico tras ser amnistiado. Un jurado federal lo había condenado por participar en dos conspiraciones para introducir más de 30 toneladas de cocaína en EE UU después de su supuesta rehabilitación al salir de la cárcel en Colombia en 1996.

Ochoa, de 46 años, fue detenido en Colombia como consecuencia de la Operación Milenio, una investigación conjunta de la DEA y la policía colombiana para desarticular a la nueva generación de narcotraficantes. Los agentes contaron con la cooperación de uno de sus socios, que les permitió instalar un micrófono oculto en la pared del despacho.

Junto a narcotraficantes colombianos y mexicanos, Ochoa intentaba reconstituir los carteles que en los años ochenta y parte de los noventa inundaron EE UU con cientos de toneladas de cocaína. Del cargamento por el que le han condenado, Ochoa pretendía quedarse con las ganancias de unos 100 kilos.

Los tres hermanos Ochoa -Jorge Luis, Juan David y Fabio- habían sido encausados en ausencia en varias ocasiones por la justicia estadounidense pero ésta es la primera vez que uno de ellos comparecía en un tribunal. Fabio Ochoa es también el mayor capo del narcotrafico juzgado en EE UU desde que Colombia restableció la extradicción en 1997. Fue extraditado en 2001.

Socio de Pablo Escobar

En 1990 se había acogido a una amnistía en Colombia y pasó cinco años en la cárcel. Al salir su familia compró decenas de vallas publicitarias con el objetivo de limpiar su imagen. El mensaje decía: "Ayer me equivoqué y hoy soy inocente". Ha mantenido la inocencia durante el juicio en Miami, a diferencia de los otros 36 encausados por la Operación Milenio (siete permanecen huidos), pero no le sirvió frente al jurado federal.

Su abogado, Roy Black, reiteró ayer que su cliente sólo había cometido el error de "socializar" con gente metida en el negocio de la droga y negó -al igual que había hecho durante el juicio- que la voz que aparecía en las grabaciones, en las que los fiscales fundamentaron el caso, no era la de su cliente. Su voz aparecía en tres horas de las más de 1.500 que había grabado la DEA en cooperación con la policía colombiana de los herederos del cartel de Medellín.

El principal testigo de cargo ha sido su socio Alejandro Bernal, que grabó una reunión el 16 de junio de 1999 en la que Ochoa daba instrucciones para distribuir 30 toneladas al mes de cocaína.

Ochoa y sus hermanos dirigieron el Cartel de Medellín desde fines de los años 70 a principios de los noventa junto a Pablo Escobar, José Rodríguez-Gacha y Carlos Lehder. Este último cumple cadena perpétua en EE UU. Escobar, el más poderoso capo colombiano del que Ochoa llegó a ser su mano derecha, y Rodríguez Gacha han muerto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 27 de agosto de 2003