Una noche extraña para Ariel el Caño Ibagaza. El jugador argentino fue uno de los más observados sobre el césped del Bernabéu y uno de los más reclamados, compitiendo con el mismo Beckham, por la prensa al final del partido. Anoche, Ibagaza jugó su último partido con el Mallorca sabiendo que esta mañana, mientras sus compañeros regresan a la capital balear, él permanecerá en Madrid para pasar reconocimiento médico y firmar su nuevo contrato con el Atlético de Madrid. Después de todo un verano de duras negociaciones entre ambos clubes, hoy es el día señalado para que el centrocampista cambie el rojo del Mallorca por la zamarra rojiblanca del Atlético.
"Sabíamos que iba a ser difícil, pero sólo me queda felicitar al Madrid, que ha jugado muy bien. El primer gol, en el minuto 45, complicó las cosas, aunque todavía después del segundo había partido, pero con el 3-0 quedó resuelta la final". El argentino valoró así su último partido en el Santiago Bernabéu como jugador del Mallorca. Un estadio en el que su equipo no perdía desde la temporada 2000-2001, en buena medida por las grandes actuaciones del pequeño centrocampista. Un estadio en el que, con seguridad, será recibido de manera muy diferente como jugador del Atlético de Madrid cuando dispute su primer derby contra el Real Madrid.
A la hora de recapitular sus cinco años en el Mallorca, Ibagaza los calificó de "maravillosos", aunque echó en falta los títulos, por lo que su primer deseo como jugador colchonero fue el de "poder ganar títulos". El Caño también quiso tener un recuerdo para sus compañeros del Mallorca: "Estoy agradecido a toda la gente con la que he convivido estos cinco años, a todos los entrenadores que he tenido, al utillero, al masajista y a todos los compañeros". Con varios de ellos, como Gregorio Manzano, su entrenador en la última temporada en las islas, y el centrocampista Álvaro Novo, podrá coincidir en su nueva etapa en el Vicente Calderón. Sobre la particular situación vivida anoche, la de jugar con un equipo con la seguridad de abandonarlo en los días siguientes, el mediapunta concluyó que saltó al campo "por sus compañeros".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de agosto de 2003