Las obras del Bernabéu suponen un serio peligro para los ciudadanos que aparcan en el centro comercial. Las entradas y salidas del aparcamiento constituyen serios problemas de inseguridad. Sólo hay que acercarse y verlo. Se sortean carretillas, contenedores y operarios para luego atravesar un bosque de andamios endebles que soportan las cargas añadidas al edificio en un juego de tentempié más que dudoso, por entre los cuales los camiones maniobran y los coches nos vemos obligados a pasar incluso marcha atrás, al taponarse las salidas por contenedores y grúas, cosa que sucede habitualmente.
Dentro del aparcamiento han colocado andamios, según los trabajadores del mismo, por peligro de hundimiento. Es un aparcamiento imposible de desalojar si algo ocurre, y más en día de partido, ya que tiene sobreocupación, con lo que la circulación interior es caótica y hay pasillos sin salida.
Cualquiera puede acercarse y comprobar la situación descrita y cómo las rampas de acceso están permanentemente taponadas por camiones, gigantescas grúas, contenedores o carretillas eléctricas circulando y cruzándose sin las más elementales garantías de seguridad en zonas de acceso público.
Resulta difícil creer que esta obra cuente con los permisos necesarios, aunque es posible. Las irregularidades parecen evidenciarse y las autoridades deberían tomar cartas en el asunto antes de que tengamos que lamentar un accidente.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 28 de agosto de 2003