Josep Pons (Puig-Reig, Barcelona, 1957) dirigió anoche su segundo concierto al frente de la Orquesta Nacional en Santander, dentro del Festival Internacional. Tras su debut en la Quincena de San Sebastián el pasado martes, Pons, el primer director titular de la Orquesta y Coros Nacionales de España en ocho años, presentó el mismo programa que en el Kursaal, una combinación de "repertorio" y de "aventura" con aires fúnebres: Música para un funeral masónico, de Mozart; Sinfonía nº 44, la Sinfonía fúnebre, de Haydn, y el Réquiem de Ligeti.
El programa, interpretado por la Orquesta Nacional, junto con la Sociedad Coral de Bilbao, la soprano Anna Camelia Stefanescu y la mezzosoprano Margriet van Reisen, es "perfecto", según Pons, ya que mezcla en un 80% el "repertorio", que suponen las piezas de Mozart y Haydn, con un 20% de "aventura" -entendida como "mestizaje" y "ruptura de géneros"-, del Réquiem de Ligeti.
Pons considera que su llegada a la Orquesta Nacional, "no es empezar de nuevo, porque es la orquesta con más tradición de España". Sin embargo, defiende que las orquestas deben evolucionar hacia el siglo XXI, ya que se encuentran estancadas desde que en el siglo XIX se pasara "de las pelucas al frac".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 29 de agosto de 2003