El Milan se hizo anoche con su cuarto título de la Supercopa europea en un partido que ofreció pocas sorpresas. En primer lugar, el resultado, corto, demuestra una vez más que es en estos dígitos en los que más cómodo se encuentra el equipo de Carlo Ancelotti. En segundo lugar, un gol de Shevchenko. Al igual que en la final de la Copa de Europa, el ucranio e Inzaghi fueron los que pusieron la dinamita en un equipo que crea menos ocasiones de las que debería por su potemcial.
La final tuvo, por lo demás, poca historia. Una gran jugada del portugués Rui Costa culminó con un excepcional centro que llevó a la red Shevchenko en el minuto 10. Fin del partido a falta de 80 minutos para el final.
MILAN 1 - OPORTO 0
Milan: Dida; Simic, Nesta, Maldini, Pancaro; Rui Costa (Cafú, m. 85), Gattuso, Pirlo, Seedorf (Ambrosini, m. 70); Inzaghi y Shevchenko (Rivaldo, m. 76).
Oporto: Vitor Baia; P. Ferreira, Jorge Costa, Carvalho, R. Costa; Costinha (Bosingwa, m. 67); Deco, Maniche, Alenitchev (R. Fernandes, m. 76); McCarthy (Jankauskas, m. 60) y Derlei.
Gol: 1-0. M. 10. Shevchenko, de cabeza.
Árbitro: Barber (Inglaterra). Amonestó a Seedorf, Pirlo, R. Fernandes, Ambrosini y Maniche.
Final de la Supercopa de Europa, disputada en el estadio Luis II, de Montecarlo, ante unos 20.000 espectadores.
Las buenas intenciones mostradas por Ancelotti en la alineación inicial, con una línea media con Rui Costa, Pirlo y Seedorf, fueron rectificadas a tiempo, cuando, tras el gol, mandó a su equipo atrás. No contento con la medida, en la segunda parte reforzó el doble pivote con la inclusión de Ambrosini junto al combativo Gattuso y posteriormente con la de Cafú, un lateral, por Rui Costa.
El Oporto, el campeón portugués, poco pudo aportar a un encuentro casi decidido de antemano. La venta, este verano, de su mejor delantero, Helder Postiga, al Tottenham, inglés, no ha sido debidamente cubierta por Mourinho. El surafricano McCarthy, descartado por el Celta, apenas inquietó la portería del brasileño Dida. El mediapunta Deco, uno de los jugadores más deseados del mercado europeo, tampoco ofreció lo mejor de su fútbol, que es mucho. Con los cambios del joven Bosingwa, fichado esta temporada, y del ex realista Jankauskas, el Oporto mejoró en el ataque, pero era tarde. Maldini y Nesta hicieron su trabajo en la defensa y el Milan, una vez más, se salió con la suya.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de agosto de 2003