Un incendio que se inició en tres focos junto a un camino forestal de difícil acceso a eso de las diez de la noche de ayer ha calcinado ya casi 1.000 hectáreas de matorral y pinares de los municipios valencianos de Buñol y Chiva. Un total de 21 aviones y helicópteros y 35 equipos de bomberos y brigadas forestales intentaron atajar el fuego, pero el viento, con rachas de hasta 60 kilómetros por hora, empujó las llamas por unos terrenos que fueron reforestados tras sendos incendios en 1991 y 1993.
Las autoridades autonómicas se desplazaron al lugar y establecieron su centro de operaciones en un parque de bomberos construido hace cinco años en Chiva y que aún no ha entrado en funcionamiento por falta de personal. Ante el avance del fuego fueron evacuadas de forma preventiva 132 personas que viven en chalés dispersos, a pesar de que el incendio quedaba aún lejos de las zonas habitadas.
Las primeras investigaciones dan ya prácticamente por seguro que el incendio ha sido intencionado, tanto por la hora de inicio como por el lugar, una agreste pista forestal que desemboca en la antigua carretera nacional a Madrid.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de agosto de 2003