La superficie arbolada que ha ardido en lo que va de año en incendios forestales alcanzó las 1.440 hectáreas, 23 veces más que el año pasado, pese a que el número de incendios (260) fue inferior al del mismo periodo de 2002, cuando se quemaron 63 hectáreas en 314 incendios, según datos de UGT-Madrid.
A la vista de estos datos, el sindicato reclamó más medios para luchar contra el fuego y proteger las superficies forestales de la Comunidad de Madrid, ya que durante el presente año ha aumentado sustancialmente el número de hectáreas quemadas por los distintos incendios de la región.
Para UGT-Madrid, el Gobierno regional debería hacer un seguimiento del uso del suelo tras los incendios para evitar la recalificación, y una planificación integral de la gestión forestal que reduzca el riesgo de incendio, garantizando la heterogeneidad y diversidad de los ecosistemas forestales.
Además, el sindicato exigió la coordinación de las distintas administraciones competentes, pues la falta de coordinación ha provocado retrasos que han aumentado los efectos devastadores del fuego, y la elaboración de un protocolo específico que defina la forma de actuar y la coordinación de estas actividades.
Finalmente, UGT ha denunciado la falta de investigación de las causas de los incendios cuando son desconocidas, que representan el 45% del total, y ha exigido a la Administración que haga un mayor esfuerzo para conocerlas, destinando medios suficientes para llevar a cabo las investigaciones que sean pertinentes.
Una tormenta seca con proliferación de rayos que se produjo el pasado día 5 por la tarde en la sierra madrileña dejó a su paso varios incendios. Bustarviejo, Buitrago de Lozoya, San Agustín de Guadalix, Pedrezuela, Navalafuente y Puebla de la Sierra fueron los municipios afectados por estos incendios.
El fuego quemó entre el día 5 y el día 6 de este mes 300 hectáreas de monte bajo y pastos en Bustarviejo, Valdemanco y Garganta de los Montes. El siniestro se inició cuando dos rayos impactaron en la parte alta del monte Mondalindo y prendieron entre la vegetación. El fuerte viento y la rocosa orografía del terreno complicaron la extinción. Nueve bomberos fueron atendidos por inhalación de humo. Cuatro de ellos, trasladados al hospital, donde recibieron el alta poco después.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de agosto de 2003