El planteamiento simple y sencillo del Nubira se aprecia en la conducción. No es un coche que entusiasme por su calidad mecánica y comportamiento dinámico, pero está bien resuelto por dentro, incluye lo importante y no complica la vida al conductor: todo funciona como se espera y es muy fácil de manejar. Además, los mandos están bien situados y cuenta con todas las regulaciones para encontrar la posición de conducción más apropiada: volante regulable en altura y distancia, banqueta graduable en altura e inclinación...
Un motor pequeño y alegre
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La versión básica del nuevo Daewoo monta un motor 1.6 16v. de origen Opel que ofrece un rendimiento y prestaciones satisfactorios para una utilización normal, en parte porque se beneficia de un peso ajustado que mejora el brío. Tiene 109 CV y es una evolución del motor anterior con 6 CV más y un 10% menos de consumo.
Lo mejor es su elasticidad, porque responde con fuerza casi desde el ralentí y sube de vueltas con alegría hasta las 6.500, aunque la sonoridad aumenta en proporción y el cambio de cinco marchas tiene un accionamiento lento e impreciso. Pero es un coche muy manejable y fácil de conducir en todas partes, tanto en ciudad como en carretera. Salvo cuando va muy cargado, apenas exige reducir, ni siquiera en las subidas: se recupera bien y mantiene los ritmos de crucero con soltura.
Sólo exige atención en los adelantamientos, porque no sobra la potencia y hay que elegir la marcha justa. Pero por lo demás va bastante bien, puede cubrir sin problemas las necesidades de una familia media y tiene unos consumos ajustados y a la altura de sus rivales europeos: gasta 7 litros en conducción relajada, y entre 9 y 10 a ritmos rápidos y en ciudad.
Amortiguación de gas
El nuevo Nubira tiene unas suspensiones más firmes que el anterior y con una puesta a punto acorde con los gustos europeos. Incluyen unos amortiguadores de gas bien reglados y ofrecen un buen compromiso entre confort y eficacia. Por una parte absorben bien los baches y dan sensación de consistencia, uno de los puntos débiles hasta hace poco de los coreanos. Pero también aportan un balanceo contenido en las curvas y un comportamiento ágil y obediente al volante. Los frenos no destacan por su potencia, pero responden y llevan de serie el ABS. Aunque se echa de menos el control de estabilidad ESP, que no se puede montar ni como opción.
La berlina de Daewoo es muy fácil de conducir y hace sentirse compenetrado enseguida. No transmite la sensación de solidez ni ofrece las sofisticaciones tecnológicas de los modelos europeos más modernos, pero aporta un resultado de conjunto satisfactorio que supone una clara evolución respecto a su antecesor. Y aunque es menos silencioso de lo deseable, permite viajar sin cansar más de la cuenta a los ocupantes.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 30 de agosto de 2003