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Crónica:FÚTBOL | Primera jornada de Liga

Riquelme se queda en el banquillo

Málaga y Villarreal empatan un partido sin apenas ocasiones de gol y con muy poco fútbol

Benito Floro no dio oportunidad para comprobar si Juan Román Riquelme se ha reencontrado con el fútbol, como el propio jugador ha aventurado. El partido pedía a Riquelme, en realidad a cualquier jugador decente, cualquier cosa, un solo detalle, que cambiara su rumbo soporífero. Pero ni un solo minuto dio Floro a Riquelme.

No fue el argentino el único que se quedó en el banquillo, que anoche deparó más noticias que el terreno de juego. También otros dos fichajes de fuste del Villarreal, Roger y Anderson se quedaron en la suplencia, igual que el Pocho Insúa en el Málaga. Y ocurrió que cuando los entrenadores empezaron a hacer cambios, y cuando ambos equipos se quedaron con 10 jugadores, el partido se avivó una pizca.

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MÁLAGA

VILLARREAL

Málaga: Arnau; Josemi, Litos, Fernando Sanz (Miguel Ángel m. 81), Valcarce; Manu, Romero, Gerardo (Insúa m. 56), Duda; Edgar y Diego Alonso (Canabal m. 46).

Villarreal: Reina; Javi Venta (Guayre m. 66), Ballesteros, Quique Álvarez, Arruabarrena; Belletti, Coloccini, Pedro Martí, Calleja; Víctor (Roger m. 55) y José Mari (Anderson m. 86).

Árbitro: Muñiz. Expulsó por doble amonestación a Coloccini (m. 47) y Valcarce (m. 58) y mostró tarjeta amarilla a F. Sanz, Duda, Arruabarrena, Pedro Martí, Jose Mari y Ballesteros.

Unos 12.000 espectadores en La Rosaleda.

El argentino procedente de Independiente dio más verticalidad al juego del Málaga, sin grandes alardes, eso sí. Pero es que hasta su ingreso en el campo, el equipo de Juande Ramos no evidenció ningún recurso ofensivo más que los disparos lejanos de Duda.

Hasta entonces todo el mérito del Málaga fue defensivo. El Villarreal dominó el balón, pero no encontró nunca un espacio libre por donde penetrar.

En el equipo castellonense ocurrió un tanto de lo mismo. Antonio Guayre aportó la velocidad precisa para desbordar alguna vez, para permitir algún desmarque. En su primera acción llegó hasta la línea de fondo y su pase de la muerte lo interceptó Arnau; y en la segunda, en dos precisas combinaciones con Roger, estrelló el balón en el poste.

Málaga y Villarreal hicieron de su primer compromiso liguero un partido más de pretemporada. Escasos de ritmo, con pocas ideas y con sus sistemas ofensivos poco desarrollados. Será cuestión de mecánica: engrase y rodaje.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de agosto de 2003