Ante las continuas quejas de la Asociación de Vecinos Ixo, me decido a escribir esta carta porque, sinceramente, creo que se están pasando mil pueblos. Sus exigencias sin fin parecen querer llevarnos a una ciudad fantasma.
Donostia es la ciudad con las fiestas mas light del entorno y aún así se atreven a poner como ejemplo Bilbao, ver para creer. Se nota que no conocen esas fiestas, ni las de Pamplona o Vitoria; aquello sí que es ruido y lo demás, tonterías.
Las señoras y los señores de Ixo viven en el centro de la ciudad, en donde se encuentra el meollo, bullicio, gentío, eventos, etcétera. Eso ocurre en cualquier ciudad, y si lo que intentan es convertir el centro de Donostia en una zona residencial, muchísimas personas no estaremos de acuerdo. Así que sugiero que sean ellos los que cambien de barrio en vez de cambiar el barrio.
El centro de la ciudad no debe ser nunca un coto privado, es de todos. No se puede vivir en el centro con las ventajas de la periferia, es algo incompatible.
Tengo 40 años y he visto cómo la ciudad ha ido muriendo poco a poco, cada vez con más restricciones, con más normas,... ¿y ello para qué?; ¿para tener una bonita ciudad cementerio?
Como ciudadano con mis derechos a exigir igual que los demás, solicito a las autoridades municipales que dejen de ceder ante Ixo, porque muchos ciudadanos, aunque no estemos organizados aún, estamos en contra de las exigencias sin fin de dicha asociación. Por una ciudad más ciudad y menos pueblo residencial.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 31 de agosto de 2003