El robot Nereus IV, que se encuentra a bordo del buque cablero Teneo, no ha encontrado hasta el momento restos de fuel durante los trabajos de exploración desarrollados en fondos marinos asturianos, cántabros y vascos susceptibles de estar afectados por el vertido del petrolero Prestige.
Germán Erostarbe, representante de Salvamento Marítimo, adelantó a los medios de comunicación, a bordo del Teneo, los resultados obtenidos en esta campaña de prospección, que comenzó el pasado día 20 en Asturias y que concluirá probablemente esta semana. Erostarbe precisó que el robot Nereus IV no ha encontrado restos de chapapote en los fondos marinos de estas tres comunidades autónomas, aunque aclaró que esto no quiere decir que no haya fuel sino que fue buscado y no se ha localizado.
Este robot autónomo, unido a la embarcación mediante un gran cable, lleva incorporados una docena de focos, varias cámaras y un sistema capaz de recoger muestras, por lo que necesita operar sobre fondo arenoso y no rocoso.
El aparato, cuya velocidad máxima ronda los dos kilómetros por hora, trabaja todo el día y "sólo para por avería o mala mar", ya que es "bastante delicado", precisó Germán Erostarbe, quien comentó que éste puede trabajar a una profundidad de hasta 3.000 metros, aunque en esta campaña lo ha hecho a una media de entre 100 y 200.
Cerca de 40 personas integran la tripulación del buque Teneo, construido en 1992 en un astillero vigués y encargado de portar este robot, cuya función anterior era la colocación de cables en fondos marinos.
El Teneo, que se encuentra actualmente en la costa guipuzcoana, en las inmediaciones de Getaria, podría terminar a lo largo de la semana esta segunda campaña, aunque aún falta por decidir si tendrá que desplazarse de nuevo a Galicia, donde se llevó a cabo durante los meses de los meses de abril y mayo pasados la primera campaña, en la que sí se localizaron restos de fuel mezclados con arena.
El robot analiza zonas concretas, diseñadas a modo de líneas, que, según los responsables de la prospección, son más susceptibles de estar afectadas por el fuel vertido por el petrolero Prestige, hundido frente a las costas gallegas el 19 de noviembre del pasado año.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 3 de septiembre de 2003