Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
OPINIÓN DEL LECTOR

Críticas

El sábado 16 de agosto leí en EL PAÍS dos artículos que me entristecieron.

Uno lo firmaba Pau Vidal, en el espacio Mi rincón favorito, y se titulaba Balmes, a toda leche. Tal como describe el título, hace un panegírico de lo fantástico que es correr en moto por Barcelona "a toda leche", incluso yendo contra dirección. Supongo que todo es pura ironía, pero ¿se puede ironizar sobre comportamientos tan incalificables? ¿Cuántos millones de personas han muerto o han quedado con graves secuelas por culpa de irresponsables locos del volante?

El segundo artículo es una crítica de Carmen del Val sobre el estreno de la obra Carmen, coreografiada por Ramon Ollé. Yo estaba entre los espectadores el día del estreno de esta obra, que aprovecho para decir que encontré sensacional. No puedo entender, en cambio, que en su crítica Del Val pueda decir alegremente que debido a la ternura del paso a dos de los protagonistas, se le perdone al personaje de Don José que acabe estrangulando a Carmen. Señora del Val, ¿no lee diariamente en los diarios las muertes violentas de Cármenes reales a manos de sus parejas actuales o pasadas, por el mismo hecho que muestra la obra que nos ocupa.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de septiembre de 2003