El consejero de Sanidad, Vicente Rambla, señaló ayer que no encuentra "ninguna lógica" en la decisión de las clínicas privadas de dejar desierto en las provincias de Castellón y Valencia el concierto que planteó Sanidad para practicar interrupciones de embarazo. Rambla, tras señalar que respetaba esta decisión, destacó la "aparente relación" entre las "clínicas y sus socios" y "representantes políticos", en alusión velada a miembros del partido socialista, a quienes se volvió a referir al destacar su extrañeza por el "interés" de éstos en salir en defensa de las clínicas privadas frente a la sanidad pública. Además de aludir a aparentes motivos políticos en la actitud de las clínicas, resaltó que se reunieron para "boicotear" el concierto y subrayó que mientras algunas se han mantenido al margen en Valencia y Castellón, sí se han presentado al concierto en Alicante. Las clínicas han rechazado el concierto al estar en contra de la decisión de Sanidad de que sean los psiquiatras de la sanidad pública quienes decidan, en los abortos concertados, si las mujeres pueden someterse a una interrupción de embarazo bajo el supuesto de peligro para su salud psíquica, circunstancia que antes estaba en manos de los especialistas de las clínicas.
Rambla presentó la unidad de cuidados intensivos neonatales del hospital Clínico de Valencia, en la que se han invertido 551.433 euros.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de septiembre de 2003