El primer ministro palestino, Abu Mazen, llevó ayer al Parlamento de Ramala el pulso que libra con el presidente, Yasir Arafat, y exigió plenos poderes para gestionar las cuestiones de seguridad. Abu Mazen, una figura favorecida por Estados Unidos pero que no cuenta con grandes apoyos entre los diputados ni entre la población palestina, echó la culpa a Israel de la ruptura de la tregua por parte de las organizaciones radicales palestinas. "O me dais los poderes que pido y me apoyáis, u os los podéis quedar", dijo Abu Mazen, que insinuó así su dimisión. El primer ministro rindió cuentas de sus primeros 100 días de gestión. Quince diputados presentaron una moción de censura que se debatirá la próxima semana.
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* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 5 de septiembre de 2003