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OPINION DEL LECTOR

Parte de defunción

Mi padre falleció en el hospital Clínico el día 28 de agosto. Quiero destacar el estado tan decadente de nuestra sanidad, a pesar de nuestros elevados impuestos unidos, en el caso de la Comunidad de Madrid, al céntimo sanitario con que nos gravan los carburantes para sufragar la sanidad.

Mi padre compartió diferentes espacios en su estancia en el hospital, empezando por unas urgencias donde la gente se acumula en los pasillos, hasta llegar a la segunda planta de medicina interna, donde compartió habitación con otros tres pacientes.

Los médicos no se vuelcan en el trato con los enfermos. Falta personal en agosto, faltan camas, ¿tan sagradas son las vacaciones para dejar en abandono a los mayores? ¿Por qué la Comunidad de Madrid no se quedó con los hospitales militares, la policlínica Naval y el hospital Generalísimo Franco? Su respuesta fue que tienen cubierta la demanda de camas, ¡qué triste!

Cuando mi padre murió, la médico me indicó la necesidad de comprar en una farmacia un parte de defunción con un coste de ¡tres euros! Creo que en este país a alguien se le tendría que caer la cara de vergüenza.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Domingo, 7 de septiembre de 2003