Selecciona Edición
Selecciona Edición
Tamaño letra
CARTAS AL DIRECTOR

Sexismo bueno y sexismo malo

Castilleja de la Cuesta, Sevilla

Imaginen un anuncio televisivo en el que se vea a una mujer que, ante la mirada displicente de un hombre que aparenta ser su compañero, contempla azorada una prenda hecha jirones que acaba de extraer de una lavadora. En ese momento el hombre coge un teléfono y dice: "No sirve: hay que cambiarla". Acto seguido, llegan dos individuos y retiran a la mujer como si fuera un electrodoméstico estropeado.

¿Alguien podría concebir que se presentara a una mujer y se aludiera a ella como si fuera un instrumento, sin que se concitaran inmediatamente las reacciones airadas de todas esas asociaciones de protección a la mujer?

Pues bien, dicho anuncio existe, con la única salvedad de que donde he dicho mujer debía haber dicho hombre y viceversa.

Hace unos días se ha logrado retirar una campaña televisiva de un desodorante con el pretexto de que ofrecía una imagen denigrante de la mujer. Pues bien, ¿es que existe un sexismo bueno y un sexismo malo dependiendo del sexo de quien lo practique? ¿O es que, simplemente, nos estamos volviendo todos paranoicos?

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 10 de septiembre de 2003