Acabado de un plumazo con los dos goles de ayer el debate sobre el estado de forma de Raúl, sus compañeros aprovecharon para rendirle pleitesía. "La mitad de la baja forma de Raúl es la forma plena de la mayoría de los jugadores", dijo el portero del Madrid Casillas. "Es indispensable, cuando menos te lo esperas, aparece. Esto es lo que diferencia a un futbolista bueno de un crack", añadió el defensa del Betis Juanito.
"Esto es una lección para los periodistas", apuntó Fernando Torres, "para que aprendan que hay jugadores como él a los que no se puede criticar. Siempre se espera mucho de él, pero siempre aparece".
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"Es el estandarte", agregó Valerón, "todos confiamos en él y él lo sabe. Hay que esperarle siempre". Y no menos contundente fueron las palabras del seleccionador, Iñaki Sáez: "Dije que para mí es insustituible porque Raúl representa los valores de la selección. No puedes esperar de él un rendimiento constante, pero aparece con momentos y goles espectaculares". No es nada nuevo. La confianza del entrenador vasco con el delantero madridista ha sido innegociable desde el primer día. Le ha otorgado un valor casi totémico, que no se podía tocar, de ahí que, ayer, una vez más lo aguantara en el campo a pesar de su floja primera parte.
También el seleccionador ucranio, Leonid Buryak, acabó a los pies de Raúl cuando reconoció que le había mandado un perro de presa, Popov, pero que la lesión de éste fue determinante para el desenlace del encuentro. "Sabíamos lo peligroso que es Raúl y por eso puse a Popov detrás suyo. Pero se lesionó y eso fue clave", concluyó el técnico.
¿Y qué dijo el gran protagonista de la noche? Pues no quiso sacar pecho, ni buscar revanchas con nadie. Mostró un perfil bajo y apeló constantemente al equipo. Como queriendo dejar bien claro que él habla en el campo. Volvió a su frase preferida: "Trabajo y disfruto", y agradeció la confianza de sus compañeros. Se negó a aceptar que esté atravesando un mal momento e insistió: "Esto es un equipo". Eso sí, admitió que había ganado confianza tras el primer gol de la noche y advirtió que para él "cada partido es un examen".
Lo cierto es que puede haber dudas sobre el juego del delantero del Madrid, pero nunca sobre su capacidad goleadora. Sus 34 goles en 65 partidos con la selección así lo certifican. Se destaca ya mucho como máximo anotador del combinado nacional a lo largo de su historia, con cinco tantos más que Hierro (29 en 89 encuentros), ocho más que Butragueño (26 en 69) y 11 más que Di Stéfano (23 en 31).
Es curioso que Raúl viviera su gran noche después de algunos meses el día en que se cruzó con Shevchenko, un delantero que, como declaró a este periódico, siente "predilección" por el atacante español. "Empezamos juntos y siempre le he seguido. Creo que tiene mucho carácter", declaró Shevchenko, que mete a Raúl entre los cinco mejores futbolistas del mundo.
El caso es que el delantero ucranio del Milan también dejó anoche en Elche detalles de su clase. Marcó un gol espléndido al resolver con un gran disparo cruzado desde casi el borde del área una jugada de la que parecía imposible sacar provecho ante muchos peones españoles que le cerraban el paso, y a punto estuvo de empatar en dos disparos que sí se le fueron demasiados cruzados.
Pero, lamentablemente para él, una vez más se ha quedado fuera de un gran torneo internacional con su selección: nunca ha estado en un Campeonato de Mundial o en una Eurocopa. Demasiado jugador para tan poca selección.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de septiembre de 2003