Un año más, un negro aniversario. No puedo olvidar aquel brutal ataque a un sistema democrático. Sangre, mucha sangre, derramada con frialdad por quienes no compartían el poder legítimo. Miles de muertos, muertos con el apoyo de alguien que tenía mucho dinero. No puedo olvidar ningún 11 de septiembre.
Lo sigo recordando, aunque hayan pasado 30 años...
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de septiembre de 2003