El investigador de 27 años diagnosticado esta semana con SARS en Singapur se infectó con toda probabilidad en uno de los laboratorios en los que había estado trabajando, según aseguraron ayer las autoridades sanitarias de la ciudad Estado y la Organización Mundial de la Salud (OMS). El joven, cuyo campo de acción se centraba en el virus del Nilo Occidental, había estado trabajando en dos centros de investigación, uno de los cuales conserva muestras vivas del virus de la neumonía atípica.
Según Balaji Sadasivan, ministro de Sanidad, la víctima seguramente se infectó en este laboratorio, donde estuvo el 23 de agosto, tres días antes de que le subiese la fiebre. Las dos instalaciones han sido cerradas temporalmente.
El coronavirus puede sobrevivir entre tres y seis horas fuera del cuerpo humano. El contacto con un objeto en el que hayan caído gotas que contengan el patógeno puede transmitir la enfermedad si la persona lo toca y posteriormente se roza los ojos, la nariz o la boca. "Mi opinión, que también es la de las autoridades de Singapur, es que se trata de un caso muy aislado, muy probablemente originado en el laboratorio", dijo ayer Shigeru Omi, director de la OMS en la región del Pacífico occidental. "Sin embargo, tenemos que esperar la confirmación final".
Muestras del paciente han sido enviadas al centro de control de enfermedades de EE UU para que verifique que se trata realmente de un caso de SARS. La OMS ha rechazado calificar al paciente como de neumonía atípica porque, según dice, no cumple la definición de caso. El enfermo no tiene infección de pulmones y no padece problemas respiratorios.
El temor a un rebrote de la epidemia pasó factura ayer a las líneas aéreas asiáticas. Las acciones de Cathay Pacific, la principal aerolínea de Hong Kong, bajaron un 4,2%, y las de China Eastern Airlines y China Southern Airlines, un 6% y un 5%, respectivamente.
En España, el Ministerio de Sanidad comunicó ayer que la Comisión Interministerial de Seguimiento del Síndrome Respiratorio Agudo Severo ha acordado establecer una "situación de prealerta ante la posible aparición de nuevos casos" del mal.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 11 de septiembre de 2003