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Crónica:BALONCESTO | Semifinales del Campeonato de Europa

Meneghin ya no intimida

España parte como favorita ante una Italia rehecha tras sus dos derrotas iniciales ante Eslovenia y Francia

En la rampa de acceso al pabellón universitario Fryhuset, de Estocolmo, en el que realizó ayer su último entrenamiento, la selección española de baloncesto se encontró con una figura legendaria. Dino Meneghin, con un traje tan gris como el cielo de la capital sueca, el ex pívot italiano charlaba con un fisioterapeuta al tiempo que, amablemente, saludaba a jugadores, técnicos y periodistas españoles. Una confirmación de los falsos estereotipos. Un tipo tan duro en la cancha que asustaba a sus rivales sólo con mirarlos se transforma fuera de ella en una persona jovial, accesible, de una corrección exquisita. La selección de Moncho López se juega precisamente hoy el pase a la final del Campeonato de Europa ante una Italia vestida con piel de cordero de la que Meneghin es ahora miembro de su equipo técnico. Se trata de superar a los sucesores de quien sembraba el terror entre algunas de las mejores generaciones, como la de Corbalán y Epi.

Italia fue siempre la que se llevó la mejor parte en este clásico. Adquirió una ascendencia moral que hizo mella durante años en los españoles. Por eso la mejor noticia ahora es la falta de complejos con la que se afronta el partido. El peso de la historia es un factor que Gasol, Navarro y compañía no sienten sobre sí. Al contrario, es España la que, por su trayectoria y su juego, se presenta como favorita, pero, al tiempo, sin ningún agobio ante un rival que, antes, con la sola perspectiva de encontrárselo en el camino, incomodaba.

Azotado por la crisis económica, su baloncesto parecía predestinado a bajar muchos enteros. Aun así, Italia fue la única que logró interrumpir la hegemonía de Serbia y ganó el Europeo de 1999, en Francia, derrotando en la final a España por 64-56. Aquel conjunto estaba comandado entonces por el hijo de Dino, Andrea Meneghin, y en el español se mantienen cuatro jugadores: Jiménez, De la Fuente, Herreros y Alfonso Reyes.

Desde entonces no volvían a verse las caras Italia y España. Y no se preveía que se las vieran. Pero Italia, que ha configurado un equipo con ausencias como las Myers o Fucka, muy veterano, con casi todos sus hombres por encima de los 28 años, superó su calamitoso arranque, en el que perdió ante Eslovenia y Francia, y eliminó a dos de los favoritos, Alemania y Grecia.

Carlo Recalcati, el seleccionador, otro ex jugador que con el Cantú ganó muchas batallas a los clubes españoles, asegura que no le inmutaron las dos primeras derrotas: "Tengo un grupo con una gran confianza moral. Es capaz de digerir las derrotas. Tiene poco talento tal vez, pero una magnífica disponibilidad y un gran corazón ante adversarios superiores. Aunque ante España deberemos hacer muchas cosas de las que hicimos contra Grecia". Joan Creus, ayudante de López, admitía ayer su sorpresa por la transformación que experimentó el cuadro italiano de un día para otro. Y López está convencido de que Italia buscará un marcador bajo y largas posesiones del balón. "Debemos alcanzar su nivel de intensidad defensiva; el que demostramos en la segunda parte contra Israel, en la que tapamos a Tapiro y Burstein. Así evitaremos que Italia pueda hacernos parciales amplios, porque es capaz de dejarnos sin anotar cuatro o cinco veces consecutivas. Tendremos también que hacer que Gasol juegue contra todo lo que se va a encontrar. La filosofía es que nos acerquemos a los 80 puntos".

De ser así, España allanaría su camino hacia una final en la que se hallaría ante la Francia de Tony Parker, campeón de la NBA, o la Lituania del ex base barcelonista Sarunas Jasikevicius.

Ayer, Serbia y Grecia ganaron a Rusia (86-77) e Israel (63-56), y jugarán para ser quinta y sexta.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de septiembre de 2003