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CARTAS AL DIRECTOR

Error histórico

Quiero puntualizar algo que se comenta en el artículo del 31-08-03 El Concordato que nadie quiere festejar, que, probablemente por desconocimiento o falta de información, puede prestarse al equívoco. Con respecto a que la Iglesia católica española de Tánger estuviese fuera de la jurisdicción del dictador, es un error que ahora paso, con total conocimiento, a demostrar.

Mi tío-abuelo, el padre José María López (padre López), franciscano de todos, archiconocido, muy querido y respetado en Tánger y resto de Marruecos, ya que fue vicario general del arzobispado en dicho país y muy recordado por sus obras para con todos, ya fuesen cristianos, judíos o musulmanes, fue una institución allí, no cabe duda.

Él llegó a Tánger en el año 1917, muy joven, fue su primer, único y último destino durante 60 años. Siendo la mano derecha del entonces obispo P. Betanzos, su mentor, aprendió tan bien el oficio que cuando falleció aquél, en 1948, todo Tánger esperaba, sin lugar a dudas, que el padre López fuese su sucesor, no podía ser otro: diplomático y excelente conocedor de Marruecos. Pero no fue así, nadie lo entendió ni comprendió jamás. ¿Qué podía haber detrás?

Sencillamente, resultaba molesto porque era cuñado del general Tella, monárquico hasta las cachas, y uno de los barones de la guerra, pero que posteriormente se convertiría en uno de los generales malditos del franquismo, véanse también a los generales Aranda, Kindelán, Sánchez, Varela, Orgaz incluso Yagüe o García Valiño. Cada uno lo pagó de una forma distinta desde la expulsión del Ejército, pasando por la condena al ostracismo, así como por acusaciones de pertenecer a la masonería.

No cabe la menor duda de que los tentáculos de la dictadura llegaron hasta Tánger, pero de una forma mucho más sutil por ser ésta una ciudad internacional y no estar bajo el protectorado de España por completo, sino sujeta a un estatuto firmado por varios países.

Así, quiero acabar aportando a la historia un granito más de arena para esclarecer situaciones que se desconocen y han quedado en el olvido.

Con respecto al prelado de Sevilla Carlos Amigo Vallejo, mencionado en el artículo, conoció amplia y profundamente al padre López, ya que a su vez este último fue su mentor y amigo. Él siempre le recordará con mucho respeto y afecto.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de septiembre de 2003