Hay una carta para ti, el espacio de reencuentros que presenta Isabel Gemio, inicia mañana (22.30) su segunda temporada en Antena 3 con aires renovados que afectan a la cabecera, decorados y sintonía. "Un nuevo traje para una fórmula ganadora", según palabras de Julio Sánchez, director de programas de la cadena privada. En esta edición, todas las historias se verán apoyadas por vídeos en los que los protagonistas comentarán sus casos y profundizarán en ellos.
Un joven homosexual a quien su pareja dejó por una chica dos días después de inscribirse como pareja de hecho y un grupo de amigas que intentarán reconciliarse en el plató son algunas de las historias que ha preparado el equipo de Hay una carta para ti para la noche del estreno. Esta temporada el programa se pondrá otra vez a disposición de los telespectadores para hacer de intermediario entre la persona que desea comunicar algo a otra a través de una misiva.
Isabel Gemio está "encantada" de volver al frente del espacio de Europroducciones porque "es limpio, digno y para todos los públicos" y en él "se cuentan historias sencillas y humanas", tal como explicó ayer la presentadora en una rueda de prensa. A este respecto, Francesco Boserman, vicepresidente de Europroducciones, aseguró que al espacio acuden personas a contar "pequeños dramas, pero a veces también ocurren sucesos divertidos".
Además de los cambios de cabecera y decorado, el más significativo obedece al afán de apoyar los testimonios con pruebas gráficas. "Se trata de añadir imágenes donde antes sólo había palabras", dijo Darío Viola, director de Hay una carta para ti, un formato italiano de gran éxito, que se acaba de estrenar en Francia y que muy pronto llegará a Estados Unidos. En España, según Viola, se reciben 1.500 cartas a la semana.
Hay una carta... se ha convertido en el programa "más veterano" de Antena 3, según Sánchez, y el hecho que aguantase la temporada pasada a los cambios de horario y de día de emisión (de domingo a viernes) significa para Gemio que "hay espectadores que no quieren morbo, ni truculencias a pesar que la televisión está yendo cada vez más lejos".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de septiembre de 2003