Un anciano de 92 años de edad fue detenido anoche por la Guardia Civil en el municipio de Martos (20.000 habitantes, en Jaén) como presunto autor de la muerte de su esposa, Gertrudis Aranda Gutiérrez, de 90 años, que padecía la enfermedad de Alzheimer, y a quien cortó la cabeza, el brazo derecho y la pierna izquierda y los tiró en un contenedor.
Minutos antes de las ocho de la tarde, una empleada de los servicios sociales que trabajaba como asistenta del matrimonio se personó en el domicilio familiar, situado en el centro de la localidad, que cuenta con 20.000 habitantes.
La mujer se sorprendió porque ninguno de los ancianos le abría la puerta. Más tarde, el marido accedió a abrirle y, con gran frialdad, según relataron fuentes vecinales, le dijo que había matado a su mujer afectada por el mal degenerativo de Alzheimer que se caracteriza por la pérdida progresiva de la memoria, demencia y deterioro intelectual.
Un equipo de la Policía Judicial de la Guardia Civil se personó poco después en el lugar de los hechos alertado por los vecinos y detuvo al anciano (que no opuso ninguna resistencia) y comprobó cómo la cabeza y un brazo de la mujer habían sido arrojados a un contenedor de basuras próximo a la vivienda.
Fuentes de la Guardia Civil indicaron que en el domicilio familiar se encontró una sierra y un hacha que podrían haber sido utilizados para el crimen.
Al filo de la medianoche, el juez de Martos ordenó el levantamiento del cadáver de la anciana fallecida, mientras que el contenedor en el que se encontró la cabeza y un brazo fue precintado y retirado en su totalidad en un furgón de la Guardia Civil.
Fuentes vecinales mostraron su consternación por el suceso e indicaron que no conocían ningún antecedente de enajenación mental ni de malos tratos por parte del anciano, cuya identidad no ha trascendido a la hora de cerrar esta edición.
En lo que va de año, unas 50 mujeres han sido asesinadas por sus parejas o ex parejas.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 13 de septiembre de 2003