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Ante la falta de profesores

Maestra antes que ministra, Maria van der Hoeven, la titular holandesa de Educación, está convencida de que sus antiguos colegas, y los que espera captar durante su mandato, pueden convertirse en la mejor inversión de su departamento. En estos momentos, las escuelas de primaria disponen de una subvención de 9.000 euros por cada nuevo profesor traído del mundo empresarial. En la secundaria dicha cifra asciende a 10.000 euros. Ambas cantidades se destinan a los gastos derivados del examen previo de aptitud del candidato, los estudios subsiguientes en una escuela de magisterio y las prácticas guiadas por un tutor, que suele ser otro docente del centro que va a contratarle. Según los directores, el dinero recibido no es suficiente porque se ven obligados a buscar, y también a pagar, a los sustitutos temporales que cubren las ausencias del que supervisa al profesor en formación. Van der Hoeven ha decidido aumentarles la ayuda y les dará además carta blanca para que la administren. Los docentes llegados de la esfera privada tienen los mismos horarios y obligaciones que

el resto, pero mantienen su sueldo anterior gracias precisamente a los apoyos oficiales.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de septiembre de 2003