La novillada había transcurrido más bien anodina, dado el juego deslucido de la tan mansa novillada de Alejandro Vázquez, cuando ocurrió la cogida anunciada de David Mora. Y es que el novillero de Móstoles había hecho gala de valor, quietud y escasa técnica durante toda la tarde, ante unos novillos con los problemas que dan la mala casta. En su primero, David Mora le planteó faena desigual y sincera, a un novillo que había intentado saltar la barrera, en series por el lado izquiero de enjundia y atra-gantón, hasta que llegó la voltereta al ensayar un pase de pecho. Salió airoso de ésa y, recetó una estocada a topacarnero.
La cogida en el sexto, que apretaba una barbaridad por el pitón izquierdo, llegó al quedarse en la cara después de una segunda serie de derechazos inciertos. Dos sucesivas volteretas impresionantes y salió herido -con pronóstico menos grave- de la segunda. Acabó con el novillo Mario Campillo, que antes había estoqueado su lote, tras dos labores de las que apuntó buenas maneras y temple. Sánchez Mora, valiente y pundonoroso lo intentó todo con el capote, porfió muleta en mano y algunos derechazos le quedaron de buen ver.
Vázquez / Campillo, Sánchez, Mora
Novillos de Alejandro Vázquez, bien presentados, mansos y de poco juego. Mario Campillo, nuevo en la plaza: aviso y silencio; palmas; silencio. Sánchez Mora: silencio y silencio. David Mora: vuelta. Plaza de las Ventas, 14 de septiembre. Un cuarto de entrada.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Lunes, 15 de septiembre de 2003