Una veintena de vecinos de Vic recibieron ayer con protestas al conseller en cap, Artur Mas, que inauguró ayer en esta población la nueva sede central del Grupo Colomer, principal curtidor europeo de piel ovina. La planta está ubicada dentro del núcleo urbano de Vic y los vecinos se quejan de los ruidos y malos olores que origina. El Grupo Colomer obtuvo la licencia de actividad por parte del Ayuntamiento, gobernado por Convergència i Unió, tan sólo cinco días antes de que Mas inaugurara la industria.
La polémica arranca en noviembre de 2002, momento en que la comisión de gobierno del Ayuntamiento de Vic concedió la licencia al Grupo Colomer condicionándola a la elaboración de un informe ambiental. El expediente se encargó a una empresa autorizada, ICICT, que entregó el acta del control inicial en mayo de este año. El paso siguiente llegó el 3 de septiembre, cuando la Oficina de Gestión Ambiental Unificada del Departamento de Medio Ambiente de la Generalitat dio luz verde al desarrollo de la actividad aunque resaltó la existencia de "incidencias que afectan al contenido de la licencia que no repercuten sobre el medio ambiente". La índole de estas incidencias no estaba detallada en la parte expositiva del informe.
A fecha de 10 de septiembre, el Ayuntamiento de Vic emitió una resolución favorable a la concesión de la licencia en la que se hacia referencia a estas "incidencias", como "nuevos focos de emisión de contaminantes a la atmósfera". También se hace referencia al ruido aunque en este caso hay dudas de si proviene de la fábrica de Colomer o de otra empresa próxima, Vica. En la resolución se insta a la empresa a tramitar una modificación de la situación administrativa de la actividad en el plazo de un mes y se prevé la realización de controles de los niveles de ruido de Colomer y la vecina Vica.
Tanto la Administración local como la autonómica han restado importancia a estas incidencias asegurando que es habitual que pequeños cambios en las empresas puedan afectar a la licencia.
El mismo Artur Mas sacó hierro al asunto y a las denuncias vecinales por la ubicación del centro de Colomer durante la inauguración de la sede. Reconoció que la voluntad de las administraciones es trasladar la actividad industrial a polígonos fuera de las ciudades pero alegó que "esta voluntad no puede cortar las expectativas de las empresas ya que son las que crean riqueza y trabajo".
El Grupo Colomer tiene una tradición peletera que arranca en 1972 de la ciudad de Vic. Los directivos buscaron un nuevo emplazamiento para ampliar el negocio. La elección final fue la sede de otra histórica empresa de curtidos: Can Bauman. Las instalaciones ocupan 13.000 metros cuadrados.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de septiembre de 2003