La candidata del PP a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, declaró ayer a Onda Cero: "Si yo anunciara mi patrimonio, la gente diría: ¡anda!, si decían que era rica, y no es para tanto".
Aguirre señaló que los políticos están obligados a declarar sus bienes para que los ciudadanos sepan si han "utilizado la política para enriquecerse", algo que la candidata popular ha hecho ante notario, aunque no ha difundido esa información a través de los medios de comunicación, como le ha exigido su rival socialista, Rafael Simancas. Éste sí entregó a los medios de comunicación, hace unos días, las declaraciones de bienes que ha presentado desde que en 1995 salió elegido concejal del Ayuntamiento de Madrid en 1995.
La semana pasada, la candidata declaró a EL PAÍS que no iba a divulgar su patrimonio porque, entre otras cosas, no quiere que se sepa dónde tiene su finca en Salamanca "porque está en un pueblo muy pequeño".
"Puedo decir", agregó la candidata, "que mi patrimonio no ha variado si no es ligeramente a la baja, a excepción de la herencia de mi padre, que importó 99.000 euros. Yo no me he enriquecido. Simancas ya ha declarado que sí". "Y el señor Luis Suárez (portavoz de IU en la comisión parlamentaria del caso Tamayo) es titular de una vivienda de protección oficial, y eso a mí no me parece honesto".
Aguirre se mostró convencida de que las elecciones del 26 de octubre son "vitales" para la región madrileña y, además, "tienen una trascendencia importante en la política nacional, puesto que son las primeras en las que el líder del PP es Mariano Rajoy".
Aguirre afirmó que no le importa "en absoluto" el apoyo de Alfonso Guerra a Simancas, quien "nunca ha ocultado que pertenece a esta tendencia dentro del PSOE".
* Este artículo apareció en la edición impresa del Martes, 16 de septiembre de 2003