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Los menores fuman menos, pero empiezan antes a consumir tabaco

El consumo abusivo de tabaco entre los menores andaluces ha disminuido un 3,4% en lo que va de año, aunque, por el contrario, la edad de inicio de este hábito también ha bajado hasta los 14,5 años, casi un punto por encima de la edad en la que los adolescentes empiezan a injerir alcohol. Además, se ha constatado un mayor número de mujeres consumidoras de tabaco. Los datos los hizo públicos ayer en Jaén el comisionado andaluz para las drogodependencias, Andrés Estrada, al inaugurar el Encuentro Provincial de Prevención Comunitaria de las Adicciones.

A la hora de buscar las causas del precoz inicio de los fumadores, Estrada se hizo esta reflexión: "Fallamos todos, desde la prevención en el ámbito escolar a la familia". A su juicio, es preciso una "apuesta decidida" de todas las partes implicadas para combatir este problema. También se mostró escéptico sobre los resultados de la campaña agresiva del Ministerio de Sanidad en los paquetes de cigarros, ilustrados con imágenes de enfermos terminales para alertar sobre las consecuencias del tabaco.

Efecto contrario

"Los expertos nos dicen que todo aquello que hable del no y sea muy agresivo, muchas veces produce el efecto contrario, es decir, que en vez de lograr una reducción en el consumo se crea una reacción adversa", dijo el comisionado. Y añadió: "Más vale aconsejar, plantear situaciones reales que otras tan desagradables que hacen que los jóvenes ni siquiera vean la campaña".

Respecto a la heroína, Andrés Estrada dijo que su consumo actual no llega al 0,4% de los ciudadanos andaluces, aunque en las prisiones sí que hay un consumo mucho más elevado. En ese sentido, el comisionado para las Drogodependencias manifestó que su departamento está intentando renegociar el convenio que tiene suscrito con la Dirección General de Instituciones Penitenciarias para tener "más posibilidades de intervenir dentro de la prisión".

Estrada considera que muchos internos de las prisiones no eran adictos a ninguna sustancia y que, tras su entrada en la cárcel, por distintas causas, se inician en el consumo. "Para cuando vuelvan a incorporarse a la sociedad tenemos que tener hecha la primera fase de la prevención para que no se encuentren directamente en una situación anómala en el exterior", afirmó, tras resaltar los buenos resultados del ensayo clínico de dispensación de heroína en un hospital público de Granada.

El programa, que arrancó el 28 de agosto, tiene ya 40 ciudadanos en intervención. "Ya empezamos a ver mejoras clínicas y sociales de los pacientes", resaltó Estrada, que no descartó extender esta iniciativa al resto del Estado. "Ha sido muy ilusionante y una aportación que los andaluces vamos a hacer al resto del Estado para personas que estaban desahuciadas por la sociedad", indicó.

* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de septiembre de 2003