Los mercados de valores, una vez digerido el último desajuste entre expectativas y realidad, han retomado la senda alcista. Los inversores parecen convencerse poco a poco de que la recuperación va a ser un proceso irregular del cual hay que aprovechar los buenos datos y aguantar el efecto de los menos buenos.
Ayer llegó el IPC de Estados Unidos del mes de agosto, con un incremento del 0,3%, que tampoco cumple las expectativas, ya que los analistas habían previsto una subida del 0,4% que alejaría algo más el temor a la deflación. En esta ocasión los inversores no tomaron muy en cuenta la desviación del dato, convencidos como estaban de que no iba a afectar a la decisión de la Reserva Federal respecto de su política monetaria.
Para los inversores europeos había un dato a tener en cuenta, aunque en el terreno de las expectativas. El barómetro ZEW de la economía alemana, un conjunto de indicadores avanzados, volvía a subir en septiembre alentando la posibilidad de que la recuperación comience en los primeros meses del próximo año.
La respuesta de los mercados ante ese par de datos fue positiva y el Ibex 35 se anotó un avance del 1,05%, la más importante desde el pasado día 3, cuando se alcanzaron los niveles máximos del año. El índice general de la Bolsa de Madrid ganó el 0,92%.
Las subidas de las cotizaciones no tuvieron detrás una contratación muy elevada, pues en el Mercado Continuo se negociaron 1.398,63 millones de euros, de los que algo más de 200 millones procedían de operaciones institucionales.
Los otros grandes mercados de valores europeos se mostraron algo más animados que el español, con una subida del 1,44% en París. Francfort ganaba el 1,46% poco antes del cierre, mientras que la Bolsa de Londres terminó la jornada con un avance del 0,89%.
La Bolsa de Nueva York mostraba mejor talante que en los días anteriores y el índice Dow Jones recuperaba el 0,54% a media sesión.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de septiembre de 2003