El fracaso de la cumbre de la OMC en Cancún va a obligar a la Unión Europea a replantearse su política comercial. El comisario europeo de Comercio, Pascal Lamy, defensor a ultranza del multilateralismo, anunció ayer una "reflexión" para determinar si la UE debe seguir dando prioridad a esta estrategia o, como EE UU, decide ir por la vía de los acuerdos bilaterales. La declaración de Lamy no es casual porque se le achaca haberse aliado con la intransigencia de Washington en lugar de hacerlo con los países pobres del G-23.
"Después de este duro golpe hay que verificar si esta opción [la del multilateralismo] sigue siendo la buena para todos", declaró el comisario. "Mi opinión es que sí, pero necesito saber que es la buena", agregó. Lo que los expertos en comercio de la Comisión Europea tienen claro es que el modelo de la OMC es "medieval" y que necesita un cambio profundo. Lamy defendió ayer una reforma del organismo multilateral para evitar fracasos como el de Cancún en el futuro, pero indicó que es una cuestión "sensible" que requiere de una reflexión profunda.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 17 de septiembre de 2003