Richard Grasso, presidente de la bolsa de Nueva York, renunció esta madrugada (última hora de la tarde en EE UU) a su cargo tras verse envuelto en una polémica por el alto monto de sus compensaciones, investigado por la SEC. La renuncia fue presentada durante una reunión de emergencia del consejo de la bolsa convocada para tratar este tema. Algunos de los fondos más grandes de EE UU pidieron su renuncia. Hace unas semanas se supo que cobraba 140 millones de dólares entre sueldo, pensiones y premios, por sus años de trabajo en la bolsa, de la que es presidente desde 1995.
Richard Grasso no ha podido contener la marea de las críticas. Un grupo de intermediarios bursátiles pidió, en un escrito presentado la semana pasada, que abandonara el puesto y aclarase su remuneración. Ayer mismo, las balas subieron de calibre. Un grupo de fondos de pensiones de California entre los que estaban algunos de los más grandes de Estados Unidos y de todo el mundo, dijeron, sin ocultar su enfado, que había que "separar al cerdo del pienso y luego investigar por qué es tan grande ese pienso". El propio Tesorero del Estado de California y el de Carolina del Norte se sumaron a la petición, así como diferentes políticos de todo el país.
Los influyentes gestores consiguieron su objetivo. Pocas horas después, el siempre irónico Richar Dick Grasso dejó de hacer multimillonaria y abandonó la presidencia de la New York Stock Exchange (NYSE). Hace sólo una semana, Grasso respondió a sus críticos que "espero que vengan a mi despedida el 31 de mayo de 2007".
La último intento de parar las críticas no ha sido suficiente. La semana pasada, Grasso decidió no aceptar otros 48 millones de dólares de beneficios a los que tenía derecho según el contrato que firmó en 1999 con el directorio del NYSE.
El presidente se encontraba desde hace semanas en medio de una creciente polémica después de que se diera a conocer que ha recibido un pago de 140 millones de dólares, entre sueldo, pensiones y premios, por sus años de trabajo en la bolsa, de la que es presidente desde 1995 y donde trabajó los 35 últimos años.
Según informó ayer el presidente del comité de compensaciones del NYSE, Carl McCall. "Dick (Grasso) ofreció presentar su dimisión si así se lo pedía el directorio", dijo en un comunicado. Grasso señaló que su renuncia se produce para "los mejores intereses míos y del mercado", y afirmó que está dispuesto a trabajar con el consejo para que la transición sea tranquila.
Según la edición en Internet del periódico The Wall Street Journal, el sucesor interino de Grasso sería Larry Sonsini, abogado que ocupaba un asiento en la dirección de la bolsa y a quien se le ha ofrecido el puesto. Sonsini, un famoso abogado de negocios en la costa oeste de los EEUU, podría ser confirmado en el cargo en una próxima reunión extraordinaria del consejo del NYSE.
McCall señaló también que el directorio del NYSE pidió a los presidentes adjuntos de la bolsa, Catherine Kinney y Robert Britz, que permanezcan en sus cargos.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Jueves, 18 de septiembre de 2003