Sean Connery, el más querido de todos los James Bond, visitó recientemente la nueva cámara legislativa de Escocia, un moderno e impresionante edificio que diseñó el fallecido arquitecto español Enric Miralles. Y como quiera que sir Sean se ofreció a echar una mano, enseguida le propusieron que prestara su voz, bonita y varonil, para acoger a los usuarios de los ascensores.-
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de septiembre de 2003