El Reino Unido, aliado de Estados Unidos en la lucha contra el terrorismo, denunció ayer el trato que Washington dispensa a los prisioneros de la base estadounidense de Guantánamo, en Cuba, en el informe anual del Ministerio de Asuntos Exteriores sobre la situación de los derechos humanos en el mundo.
Más de 600 prisioneros, acusados de vínculos con la organización terrorista Al Qaeda, se encuentran detenidos en Guantánamo. "El Gobierno británico ha ejercido siempre presión sobre la administración estadounidense para que adopte una decisión que clarifique la situación de los prisioneros británicos detenidos en la Bahía de Guantánamo", señala el informe de Asuntos Exteriores. "Siempre hemos dicho claramente que tenían derecho a un tratamiento humano", añade.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Viernes, 19 de septiembre de 2003